viernes, 31 de octubre de 2008

A la memoria de una compañera entrañable



Una vez escuche que las personas realmente mueren hasta que muere la última persona que las recuerda. Esta mañana de septiembre recibí una triste noticia: Celia Hartya no estará más con nosotros. Un accidente automovilístico cerró el ciclo de una vida dedicada a la lucha anticapitalista. Sin embargo, el recuerdo de esta gran compañera siempre nos acompañara.
La hermosa isla de Cuba la vio nacer y luchar. Las palabras que yo pueda utilizar para hablar deuna vida dedicada a la Revolución seguramente se quedaran demasiado pequeñas, sin embargo, lo que sí puedo afirmar es que siempre me sentiré privilegiada por haber tenido la oportunidad de compartir con ella los espacios de debate que se abrieron en la prensa alternativa y la contrainformación.
Un compañero escribió que ella no quiere lágrimas, ella quiere que sigamos en la lucha, esta afirmación la comparto plenamente, estoy segura que ella nunca nos va a perdonar si en algún momento bajamos el puño.
Este es el mejor homenaje que se le puede hacer a nuestra compañera, este es el legado valioso que hoy nos deja, nunca cesar en la lucha contra el puto imperio, trabajando codo a codo con nuestro pueblo, pelear por la justicia y la igualdad social, esto es lo que ella quiere, no lagrimas, no lamentos.
Una vida como la de Celia no se llora, una vida como la de Celia se celebra porque ella ha trascendido a la muerte la vida misma de Celia es ya un ejemplo de lucha. Ella siempre estará con nosotros cuidándonos dándonos el impulso necesario para nunca desfallecer.
Compañera tu recuerdo siempre nos acompañará y nos impulsará para seguir luchando.

Hasta la victoria siempre compañera

Lorena Aguilar Aguilar en Kaos en la Red
9/9/2008

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