domingo, 3 de febrero de 2013

Murió connotado jefe terrorista de Miami



Llama, al centro, flanqueado por Aznar y Pepe Hernández

Antonio “Toñin” Llama, jefe del fracasado complot de La Esperanza para matar al líder cubano Fidel Castro; autor de un plan para bombardear La Habana con aviones teleguiados; y financista por cuenta de la mafia cubanoamericana del político ultraderechista español José María Aznar, falleció este 29 de enero en Bayamón, Puerto Rico.
En 1997, la Guardia costera norteamericana detenía en las aguas jurisdiccionales de Puerto Rico al yate “La Esperanza”, propiedad de “Toñin” Llama, con sus seis tripulantes, que se dirigían hacia la isla venezolana de Margarita con la intención de asesinar al Presidente cubano, Fidel Castro, en la Cumbre Iberoamericana.
Uno de los fusiles de calibre 50 encontrados a bordo del barco pertenecía al actual jefe de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), José Francisco “Pepe” Hernández, que nunca fue acusado de complicidad gracias a sus conexiones con la CIA.
En agosto 2006, Llama reveló públicamente que la FNCA había adquirido, años antes, un helicóptero de carga, 10 aviones ultralivianos con control remoto, siete embarcaciones y abundante material explosivo con el objetivo explícito de realizar acciones terroristas contra Cuba – entre otros bombardear la Plaza de la Revolución en el medio de un acto político.
Llama aseguraba que aportó 1 471 840,35 dólares de sus propios fondos “para financiar el proyecto” terrorista y consideraba que la enorme cantidad de dinero le fue estafada por varios directores de la Fundación.
En el 2007, “Toñin” Llama formó otro escándalo al revelar al Miami Herald que participó en reuniones de directivos de la FNCA donde se planificaron los sangrientos atentados ocurridos en La Habana a lo largo de 1997.
El negociante quien durante años fue miembro de la junta directiva de la FNCA contó cómo esa organización mafiosa, creada por la CIA, atribuyó la paternidad de la idea al hoy fallecido negociante de New Jersey Arnaldo Monzón Plasencia, un directivo de la sección norte de la FNCA radicado en New Jersey.
El 12 de abril de 1997, explotaba la primera bomba de la campaña de terror que desencadenó entonces en La Habana, el connotado terrorista Luis Posada Carriles, desde América Central. Una década después, esta serie de crímenes se queda impune y Posada, agente de la CIA emérito, recompensado por sus innumerables crímenes, vive tranquilamente en Miami.
En cuanto a José María Aznar, el ex presidente del Consejo español, hoy dueño de la injerencista Fundación Española para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), recibió en noviembre de 1995 decenas de miles de dólares de manos de Llama, entonces miembro a la vez del Comité Ejecutivo de la FNCA y de su comité paramilitar, para su campaña presidencial.
En una foto famosa, tomada durante uno de sus viajes a Miami, Aznar se exhibe al lado de sus nuevas y millonarias amistades: Jorge Más Canosa, entonces capo de la FNCA, y el propio Llama.
Fue también Llama quien organizó en Madrid la creación de la llamada Fundación Hispano-Cubana, una sucursal de la organización miamense, a la cual se asoció Esperanza Aguirre en sus manifestaciones de histeria anticubana.
Era el “intelectual de la CIA” y terrorista prófugo de la Justicia cubana quién había servido de enlace entre “Toñin” y los políticos españoles, el 23 de septiembre de 1994, cuando escoltó a José María Robles, del Partido Popular de España, durante una visita a Miami culminada por un encuentro con Antonio “Toñin” Llama, director de la FNCA.
“Toñin” Llama ha sido inhumado este 31 de enero en el cementerio Los Cipreses de Bayamón, en Puerto Rico.

Jean-Guy Allard

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