domingo, 25 de mayo de 2014

Noam Chomsky participará en Jornada de solidaridad con Los Cinco en Washington




El académico Noam Chomsky se sumará a juristas, religiosos, escritores, intelectuales, líderes sindicales y activistas sociales, entre otras personalidades del mundo, que participarán en la III Jornada Cinco días por Los Cinco Cubanos, del 4 al 11 de junio en la ciudad de Washington, para exigir la libertad de los antiterroristas aún encarcelados en Estados Unidos.
Sobre el caso de los Cinco, ha dicho el lingüista, filósofo y activista estadounidense:
Es un caso asombroso. Cuba se ofreció a cooperar con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo y, de hecho, el FBI envió personal suyo a la isla a informarse al respecto. Lo que ocurrió después fue el arresto de los cubanos que habían infiltrado los grupos terroristas en Estados Unidos. Es realmente repugnante ¿Y cree usted que se informó de esto a la opinión pública? Nadie sabe nada al respecto. Estos cubanos infiltraron organizaciones terroristas radicadas en Estados Unidos que violan la ley estadounidense y lo que ocurre es que arrestan no a los terroristas, sino a los infiltrados. Es algo asombroso. Estados Unidos se ha rehusado a cooperar con Cuba en la lucha contra el terrorismo porque ello conduciría directamente a los grupos terroristas radicados en el propio territorio estadounidense.
Sobresalen conferencias de prestigiosos panelistas sobre el caso de Los Cinco y las relaciones Estados Unidos-Cuba, y una manifestación frente a la Casa Blanca para demandar la libertad de esos luchadores y el fin del bloqueo contra la nación caribeña.
Al reclamo para que los antiterroristas Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino regresen a su patria se sumarán, además, el actor Danny Glover, la activista Angela Davis, el escritor Ignacio Ramonet, el teólogo Frei Betto, y muchas otras personalidades.
Gerardo, Antonio y Ramón integran el grupo de Los Cinco, junto a René González y Fernando González, estos dos últimos ya en Cuba luego de cumplir íntegramente sus injustas condenas.

OMS reconoce labor de colaboración de médicos cubanos




En poco más de medio siglo 137 mil profesionales de la salud cubanos trabajaron en todos los continentes, en zonas remotas y condiciones difíciles, labor reconocida aquí durante la Asamblea Mundial de la Salud

En poco más de medio siglo 137 mil profesionales de la salud cubanos trabajaron en todos los continentes, en zonas remotas y condiciones difíciles, labor reconocida aquí durante la Asamblea Mundial de la Salud.
Ese valioso apoyo solidario fue reconocido por diversos ministros durante la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reúne en el Palacio de las Na­ciones a representantes de los 194 Estados miembros de la entidad.
La colaboración comenzó en 1960 con el envío de un grupo de emergencia a Chile para atender a víctimas de un terremoto que dejó miles de muertos y en 1963 llegó la primera brigada médica permanente a Argelia, recién independizada.
Esos fueron los dos momentos históricos iniciales, declaró en entrevista a Prensa Latina el director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud Pública de Cuba, Néstor Marimón.
Desde entonces, dijo, la ayuda nunca se ha interrumpido, a pesar de las limitaciones económicas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos y la situación enfrentada en el período especial, en la década del 90, tras la desaparición del campo socialista europeo.
Aunque la cooperación, extendida a 120 países, siempre ha sido importante en cada uno de los lugares, el funcionario mencionó algunos de sus momentos cumbres.
Entre 1960 y 1980 se enviaron brigadas a países africanos como Tanzania, Guinea, An­gola y Etiopía; a finales de los 90 surgió el Pro­grama Integral de Salud y se creó la Escuela Latinoamericana de Medicina, a raíz del paso de los huracanes George y Mitch por el Caribe y Centroamérica.
Marimón mencionó también la misión Barrio Adentro en Venezuela; la Operación Milagro, que permitió recuperar o mejorar la visión a más de dos millones 577 mil personas; la creación del contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastre, y el estudio integral sobre personas discapacitadas.
No existe otro país, ni organización internacional, que haya tenido tantos colaboradores al mismo tiempo en tal cantidad de naciones, afirmó el director de Relaciones Internacio­nales del Minsap.
En estos momentos hay 50 mil trabajadores del sector en 65 países y de ellos 25 mil son médicos, explicó.
Pero la ayuda no comprende solo la asistencia médica, sino también la formación profesional. “Hemos creado más de 12 facultades en el exterior y en la Elam ya se han graduado más de 20 mil estudiantes”, informó.
Por otra parte, el ministro de Salud Pública de Guatemala dijo que los médicos cubanos arribaron a la nación centroamericana en 1998 tras el hu­racán Mitch y llegaron para quedarse.
Informó que unas 300 enfermeras cubanas especializadas en ginecoobstetricia se en­cuen­tran en Quiché, Polochic y Huehuete­nan­go, “áreas poco accesibles donde lamentablemente no contamos con el recurso humano necesario”.
El titular de Salud de Venezuela, Francisco Armada, también destacó la colaboración de la nación caribeña para el desarrollo del sistema sanitario y la formación profesional de unos 17 mil médicos venezolanos.
“Es una asistencia incondicional, fraternal, un verdadero ejemplo de solidaridad, declaró, por su parte, la ministra haitiana del ramo, Florence Duperval Guillaume.
Cuba fue elegida por la región de las Amé­ricas para presidir este año la Asamblea Mun­dial de la Salud, muestra del prestigio de su medicina y la contribución a los objetivos de la OMS de prevención y enfrentamiento a los problemas sanitarios a nivel global.

Carmen Esquivel Sarría | internacionales@granma.cu

domingo, 18 de mayo de 2014

Golpe certero a las aguas capitalistas




En la Sierra Maestra Fidel firma la primera la Ley de Reforma Agraria.

Fidel tenía claro las bases que debía cimentar en Cuba para comenzar su progreso y lo avizoró desde su alegato La Historia me absolverá. Se trataba, ahora con el triunfo el 1ro. de enero de 1959, de equiparar el avance de la nación con el desarrollo del pueblo
En la Sierra Maestra Fidel firma la primera la Ley de Reforma Agraria. Foto: Archivo
“(…) El 85% de los pequeños agricultores cubanos está pagando renta, y vive bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas. Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas, está en manos extranjeras. En Oriente, que es la provincia más ancha, las tierras de la United Fruit Company y de la West Indian unen la costa norte con la costa sur.
Hay 200 mil familias campesinas que no tienen una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hijos hambrientos y, en cambio, permanecen sin cultivar, en manos de poderosos intereses cerca de 300 mil caballerías de tierras productivas (…)”[1].
Fidel tenía claro las bases que debía cimentar en Cuba para comenzar su progreso y lo avizoró desde su alegato La Historia me absolverá. Se trataba, ahora con el triunfo el 1ro. de enero de 1959, de equiparar el avance de la nación con el desarrollo del pueblo. Fue por ello que el 17 de mayo de ese mismo año, se promulgó —en la Sierra Maestra— la Primera Ley de Reforma Agraria.
La agricultura se convirtió en fuente de empleo para el pueblo cubano. Foto: Archivo
La Ley contaba ya con varios precedentes: el Primer Congreso Campesino en Armas[2] del 21 de septiembre de 1958, presidido por Raúl y donde se apoyaba la proclamación de una Reforma Agraria que acabara con el latifundismo y la miseria en la que vivía el campesinado, y la prescripción —el 10 de octubre de ese mismo año— en la Sierra Maestra, de la Ley No. 3 de Reforma Agraria, que disponía la entrega de la tierra a arrendatarios, aparceros, subarrendatarios y precaristas que, con menos de cinco caballerías, la trabajaran sin ser sus dueños.
Ya en el 59, la estructura agraria del país, de punta a cabo, debía ser transformada. Entendamos que en la Cuba de los años 50, el 80% del campesinado contaba solamente con la séptima parte de la tierra cultivable y ni siquiera era dueño de ella. Con esa intención —entre otras muchas disposiciones— Fidel proscribía finalmente al latifundio con la Reforma Agraria, permitía una sus niveles de vida: servicios de salud, educación y vivienda.
Fidel cumplía sus demandas. Íntegramente patentizaba el programa que se había propuesto en el juicio del Moncada en su aspecto extensión máxima de 30 caballerías de tierras y otorgaba la titularidad de las mismas al campesino que la trabajaba.
De esta manera, el 60 % de las fincas agrícolas (más de 415 mil caballerías) pasaban a manos de sus trabajadores, se convertían gratuitamente en propietarios a 200 mil familias —que normalmente tenían que pagar por las parcelas que cultivaban— y aparecía una nueva forma de producción que daba empleo a miles de obreros agrícolas: la cooperativa.
Además, estos productores serían clasificados en tres formas de propiedad, inclusive con relaciones de cooperación: los productores individuales, la propiedad cooperativa y la estatal [3].
Con estas y entre otras muchas disposiciones, se concretaban dos de los grandes males abordados en La Historia me absolverá: el de la tierra (en el que el 9 % de los propietarios poseía el 73 % del área total de fincas) y el del desempleo (donde el campesino sin tierra emigraba a otros territorios en busca de trabajo).
Fidel golpeaba certeramente las aguas capitalistas. Con esta reforma terminaba con el sistema semifeudal de aparcería, con el pago de la renta, eliminaba el problema de los precaristas, permitía que los campesinos trabajaran tierras propias y dispusieran de créditos para sus cosechas, erradicaba la explotación latifundista-capitalista, acababa con el desempleo en el campo convirtiendo la agricultura en una fuente de empleo, a la par de que elevaba el poder monetario de las masas.
A todo lo anterior se sumaban los créditos, el apoyo técnico, mercados seguros para sus productos, y particularidades respecto a agrario y en beneficio del campesinado. El 17 de mayo de 1959, marcó un hito en los caminos hacia la autonomía económica del país.

Amaya Saborit Alfonso | amaya@granma.cu

[1] Fragmento tomado de La Historia me absolverá. Desde su autodefensa, Fidel constataba la realidad del campesino y los cambios que habrían de hacerse.
[2] El Congreso Campesino en Armas sesionó en Soledad de Mayarí Arriba, territorio rebelde, y estuvo presidido por el entonces Comandante y jefe del II Frente Oriental Frank País, Raúl Castro. Recordemos que además se acordó el apoyo incondicional al Ejército Rebelde, entre otras especificidades.
[3] Véanse para mayor análisis, los postulados de la Pri­mera Reforma Agraria.

El imperio y los bárbaros en tiempos de Internet


Viniendo hacia este foro, en el aeropuerto de Tocumen, en Panamá, vi una escena que me llamó poderosamente la atención. Un grupo de pasajeros estaban cercados por las mismas cintas que se utilizan para organizar las colas en las terminales aéreas, varias guardias de seguridad los vigilaban y quienes entraban al espacio aislado debían volver a atravesar el control de rayos X por el que ya habían pasado todos los pasajeros al terminar de chequear su boleto o al abordar un vuelo anterior.
Preocupado por el destino de los habitantes temporales de aquel estabulamiento, vi las cinco letras que hicieron para mi claro y divertido a la vez aquel performance. “Miami”, decía en el monitor colocado junto a la puerta cuasi celestial que debían atravesar los elegidos. Para confirmar mis sospechas pregunté a una de las personas que vigilaba, si como yo pensaba esos pasajeros eran tratados así porque viajaban a Estados Unidos y ante la respuesta afirmativa, yo reí, reí sonora y retadoramente, con una risa tal vez comprensible sólo para un cubano.
Es que es desde Miami de donde procedían cuatro personas que hace apenas dos semanas fueron detenidos en Cuba mientras preparaban actos terroristas, en la continuación de una saga que ha costado miles de vidas pero que los medios suelen ignorar cuando anuncian que es el gobierno de Estados Unidos el que declara al de La Habana patrocinador del terrorismo.
Pero eso no existe ni como información ni como ficción. Cuando, ya en vuelo, el estabulamiento sea convertido en adoctrinamiento, las películas serán como Jack Ryan: Operación sombra que nos cuenta cómo la CIA salva al mundo de una conspiración terrorista para destruir el dólar, orquestada por rusos tan torpes y alcohólicos que hasta se dejan robar la billetera, u Operación monumento, donde el ejército que hace pocos años destruyó el Museo de Bagdad protagoniza el rescate de joyas del arte universal en manos de los nazis.
Con propaganda, vigilancia redoblada y guerras de cuarta generación el imperio quiere tener a los bárbaros controlados y lejos de sus fronteras. Lo que hemos visto suceder en Ucrania, lo que es buscado insistentemente en Venezuela, ha sido y es intentado en Cuba por el gobierno de Estados Unidos, con el desplifarro de miles de millones de dólares, desde hace más de cincuenta y cinco años. El entrenamiento y financiamiento de terroristas, las transmisiones ilegales de radio y televisión, y la construcción con dinero de una “oposición” interna ha antecedido al uso de Internet con el mismo objetivo y a recientes operaciones -dadas a conocer por la prensa estadounidense- que utilizan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en su estrategia de “cambio de régimen” para Cuba.
Para un cubano pudiera parecer demasiado insistir en ello pero el desconocimiento y asombro que he encontrado aquí sobre el tema me obligan a narrar las últimas noticias de una guerra aparentemente interminable.
Justo cuando las revelaciones del ex analista de inteligencia Edward Snowden siguen desenmascarando el uso que hace Estados Unidos de las comunicaciones globales con fines de espionaje y control, la agencia de noticias Associated Press (AP) sacó a la luz un programa conocido como ZunZuneo y financiado por la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID), que creó una red de usuarios en Cuba a través de telefonía móvil con el objetivo de provocar una situación similar a las llamadas “primaveras árabes” Aunque tanto los portavoces de la Casa Blanca como del Departamento de Estado y el director de la USAID han negado el carácter ilegal, secreto y político de ZunZuneo, sucesivas revelaciones de AP han dado a conocer la creación de empresas pantallas en terceros países para gestionar ZunZuneo, el robo de la base de datos de usuarios de la operadora de telecomunicaciones cubana ETECSA, la clasificación de los usuarios por sus actitudes políticas y una reunión del Vice Presidente Joe Biden con varias personas vinculadas al programa.
A raíz de estas revelaciones, salieron a la luz otros programas similares contra Cuba como Piramideo y Commotion –este último revelado por The New York Times- que la USAID ensayó en Túnez. El escándalo ha sido grande, pero con la excepción de TeleSUR, el diario mexicano La Jornada y el argentino Página 12, pocos medios de prensa latinoamericanos han profundizado o publicado análisis sobre el tema.
Lo que sí abunda en los grandes medios del continente son textos atacando a Cuba, en consonancia con otra revelación del periodista estadounidense Tracey Eaton, probando que entre el 2012 y el 2014 EE.UU. destinó más de medio millón de dólares a pagar periodistas en América Latina y España con ese fin.
Un dinero que se suma al que la gran prensa dedica a pagar columnistas o blogueros que, desde dentro de Cuba, sean coherentes con la campaña que interesa a Washington. Estos tienen la misión de dar color, con su testimonio interesado, a la realidad que el bloqueo económico, la persecución y multas a los bancos y empresas que negocian con la Isla buscan crear, siempre presentada en sus efectos pero jamás en sus causas.
Así, ninguno de los informadores asesinados en el último medio siglo en América Latina es cubano pero es a muy selectos nacidos en la Isla, a quienes medios del continente dan el privilegio -muy bien pagado- de explicar lo que ocurre a su alrededor. Y para que no haya casualidad un ex oficial de la CIA, nombrado Dan Gabriel, con experiencia en Iraq y Afganistán, fue contratado para organizar periodistas en Cuba que le deben suministrar cinco noticias semanales que coincidan con la visión que Washington necesita imponer.
Gleen Greewald -poseedor de los materiales obtenidos por Snowden- denunció, a raíz de conocerse ZunZuneo cómo Estados Unidos y sus aliados están utilizando Internet para la “elaboración de campañas de mensajes para convertirlos en virales”. Greenwald reveló -a raíz del escándalo desatado por lo que los medios han denominado “Twitter cubano”- documentos top secret del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico que muestran su trabajo conjunto con otros gobiernos del Norte que “amenazan la integridad de la propia Internet, utilizada como espacio para la propaganda difundida por Estados que disfrazan su voz en línea, y la presentan como libre expresión y organización”. Aun conociendo esto, o tal vez por eso mismo, la corporación británica BBC no ha vacilado en sacar adelante un blog destinado exclusivamente a Cuba.
Una mirada a nuestro continente muestra una contraofensiva contra los procesos de cambio en el continente, la gran prensa concerta acciones ya no solo para imponer sus candidatos, como hizo O Globo con Collor de Melo en Brasil, o Televisa con Enrique Peña Nieto en México, sino para derrocar a aquellos que han logrado sostenerse e impulsar beneficios para la mayorías.
Cuando por primera vez se legisla en el continente para modificar el control oligárquico sobre la prensa, y especialmente la televisión, la Sociedad Interamericana de Prensa, Reporteros Sin Fronteras y Freedom House, se rasgan las vestiduras porque se abren grietas en el cumplimiento de la misión que a estas organizaciones le han asignado los poderosos intereses que las crearon décadas atrás. Los preocupados porque existan medios progubernamentales, no ocultan su deseo de tener gobiernos promediáticos, aspiración ya realizada en algunos de nuestros países y que encuentra su non plus ultra en un personaje como Silvio Berlusconi. El ciclo termodinámico cerrado con que funciona la política en la llamada democracia representativa (corporación–dinero–campaña mediática–gobierno para los ricos) empieza a ser quebrado en algunos escenarios y la alarma cunde entre los que hasta hace poco decidían quién debe gobernar.
“…yo voy a terminar mi mandato sin haber comido con el dueño de un diario, el dueño de una televisora, el dueño de una revista”, decía el presidente Lula en una entrevista. ¿Cuántos pueden decir lo mismo cuando hay no solo presidentes, sino hasta blogueros y escritores, “alternativos” e “independientes”, devenidos voceros de las grandes corporaciones mediáticas?
Sólo la información sobre terremotos y huracanes es espontánea, todo lo demás nace de una agenda. Como en el corral del aeropuerto, unos ponen las reglas y otros las cumplen. En los medios, unos pocos colocan la agenda, algunos son contratados para reproducirla y muchos la consumen o incluso la critican sin ver lo esencial: el ordenamiento económico que decide quién puede ser dueño e invitar a comer y quién debe dormir en la calle sin saber leer ni escribir la palabra Internet.
El problema no son los medios ni Internet sino la desigualdad económica y social que estos pueden contribuir a amplificar o a reducir como parte de un sistema donde sólo la acción colectiva organizada de los que hasta ahora han sido excluidos -los “bárbaros” de siempre- hará que se avance en el sentido de la justicia y la libertad, y en eso es un ejemplo el empeño de los blogueros brasileños y sus Encuentros BlogPro, de su gobierno que ha acogido un foro mundial sobre la necesidad de democratizar la gobernanza de Internet y ha denunciado ante las Naciones Unidas el uso de la tecnología como instrumento de espionaje e injerencia.
Denunciar siempre es más fácil que construir. Como en el poema de Cavafis y la novela de Coetzee el imperio está esperando a los bárbaros y quiere mover sus fronteras. Internet -donde las fronteras parecen desaparecer- puede ser un instrumento de liberación o de domesticación, pudiera servir para avanzar hacia más justicia o como ampliación de las desigualdades y dominaciones preexistentes.
Convertir la red de redes en una vía para la construcción de alternativas, es sólo posible con la acción colectiva organizada y la inclusión de los excluidos, como participantes activos, no como consumidores, en el mundo real que es el que, en definitiva, debe ser transformado.

Iroel Sánchez
La pupila insomne
Texto leído en el IV Encuentro Nacional de Blogueros y Activitas Digitales de Brasil, Sao Paulo, 16 de mayo de 2014.

"En el Congo aprendí mucho con el Che"




En abril de 1965, dos años y medio antes de que al guerrillero heroico lo asesinaran sus captores tras caer herido en combate en Bolivia, Rafael Zerquera Palacios se convirtió en el primer médico que estuvo con el Che en el Congo Leopoldville, Zaire, hoy República Democrática del Congo
Tras graduarse como médico en 1964 y cuando cumplía el servicio social en Santo Domingo, en la Sierra Maestra, llegó a la consulta de Rafael Zerquera Palacios un emisario que le traía la encomienda de que se presentara urgentemente en el Ministerio de Salud Pública en La Habana. En la capital lo recibió el entonces ministro de Salud Pública, doctor José Ramón Machado Ventura, quien le pidió su disposición para cumplir una misión internacionalista muy importante, sin decirle en qué lugar sería. Zerquera, que había ofrecido su disposición para ayudar a cualquier país en el mundo, rápidamente dio su aprobación y Machado le indicó que dijera a su familia que iría al Festival de la Juventud y los Estudiantes que tendría lugar en Argelia.
Este médico, de piel negra, nació el 1ro. de mayo de 1932, en Trinidad, antigua provincia de Las Villas. Allí estudió la escuela primaria y en Cienfuegos el bachillerato en Ciencias. Oficial retirado de las FAR, a sus 76 años tiene numerosas anécdotas que contar sobre aquella gesta, tantas que no cabrían en este pequeño artículo. sorpresa inesperada A los diez días de la entrevista con Machado Ventura, el 10 de abril de 1965, él, junto a otros tres combatientes (Norberto Pio Pichardo, Víctor M. Ballester y Martín Chibás González) tomaron un avión vía La Habana-Moscú, lugar donde se le unieron tres compañeros más, y en El Cairo, Egipto, otros tres. Ya eran nueve y con Zerquera (iba al frente del grupo) sumaban diez. Antes del viaje, el Comandante en Jefe Fidel Castro habló con Zerquera, le explicó la importancia de la misión, se interesó por su familia pero no le dijo a qué país iría, aunque le expresó que cuando llegara allá se iba a encontrar con una sorpresa que ni esperaba ni podía soñar. «Esa conversación fue uno de los momentos más felices de mi vida».
De Egipto volaron a Tanzania, adonde llegaron el 18 de abril, y allí se encontró con Víctor Dreke, José María Martínez Tamayo (Papi), el capitán Rivalta como embajador en ese país, Oscar Oliva, y el Che que estaba disfrazado y parecía un profesor francés. Zerquera llevaba dos maletines, uno que pesaba mucho, con balas de M-1 (después supo que eran para el Che), y el otro contenía dinero en efectivo.
Al despedirlo en el aeropuerto de La Habana, Osmany Cienfuegos le había entregado los maletines y le ordenó: «se los entregas solo al jefe; puede ocurrir algún problema pero como único salvas tu honra es que venga el cadáver tuyo junto con la noticia de que los maletines se perdieron».
Recuerda el galeno que, una vez en Tanzania, con los elementos aportados por el Comandante en Jefe sobre la sorpresa que encontraría, cuando vio a un hombre blanco «camuflajeado» entre los demás, con una pipa y leyendo francés, comenzó a sospechar. Y cuando ese hombre blanco con una barba a medio salir, reunió a los 14 primeros compañeros que habían llegado, les explicó las tareas y objetivos de su presencia en el lugar y les preguntó si alguien lo conocía, sus sospechas aumentaron. Los únicos que sabían su identidad eran Dreke (segundo jefe de la futura guerrilla) y su ayudante José María Martínez Tamayo (Papi), pero no dijeron nada.
Zerquera le dijo que tenía una idea y, ante la exigencia del jefe para que dijera el nombre, respondió: me imagino que usted es el Che. todo el mundo era soldado Guevara hizo un gesto afirmativo y seguidamente explicó el porqué de su presencia en tierras africanas. Habló de su afecto y admiración por Patricio Lumumba y entonces se dieron cuenta de adónde irían.
Dijo que el Movimiento le había solicitado al gobierno cubano una ayuda. Agregó que entre los dirigentes cubanos, él era el que mejores condiciones tenía para dar ese paso. Que había estado antes en varios países africanos y contactó con el Movimiento de Liberación lumumbista. Habló sobre muchas cosas: que tenían que ser un ejemplo; de cuando se integró a las filas del 26 de Julio; de cuando conoció a Fidel; de cómo se fue ganando los grados por los méritos y los actos; que había que ser así, que allí nadie era nadie, que todo el mundo era soldado, empezando por él, y que los grados se irían adquiriendo según se los ganaran. Que llevaba una libreta donde anotaría la historia de cada cual como se hace en toda guerrilla. Puntualizó que allí no quería autosuficiencia, autovaloración, que íbamos a ayudar y teníamos que ser humildes para ser ejemplo. Señaló que la tarea no sería un paseo, que podía durar cinco años y después se valoraría una sustitución progresiva, de acuerdo con los intereses del Movimiento. Seguidamente sacó un diccionario en lengua swahili y le asignó un número a cada uno de los 14 presentes. Moja, número uno en swahili, a Dreke; el dos, Mbili, a su ayudante; el tres, Tatu, el Che. A Zerquera, como venía al frente de diez compañeros le puso ese número, Kumi. Como el Che era un excelente estratega militar, después de pasar el diez, saltó al 20, 30, 40, etcétera, con el objetivo de despistar al enemigo sobre cualquier cifra posible. Tras la reunión, Kumi trató de entregarle los maletines pero el Che le dijo que los guardara.
Tras buscar medicinas y el avituallamiento necesario en Tanzania se dirigieron a la frontera con el Congo Leopoldville (antiguo Zaire). Desde Kigoma, en Tanzania, atravesaron, en la oscuridad de la noche, el peligroso lago Tanganika en dos pequeñas lanchas. Los primeros 13 combatientes cubanos llegaron el 24 de abril de 1965 a la localidad de Kibamba, en el Congo.
Se iniciaba así el andar del Guerrillero Heroico, con un puñado de hombres, por tierras congoleñas. En esa gesta llegaron a participar 123 combatientes cubanos, ya tienes pacientes.
Como la participación del Che no había sido informada, nadie del Movimiento de Liberación los recibió en Kibamba. Entonces Godefroid Tchamleso, un congolés miembro de esa organización que viajó con ellos en la lancha, organizó con algunos combatientes nativos una especie de bienvenida. Los alojaron en unas chozas. En una de ellas el Che puso su hamaca y esa noche Kumi durmió en el suelo cerca de él.
Al siguiente día exploraron una empinada montaña cercana al lugar donde finalmente se establece el campamento principal. El doctor Zerquera quedó en Kibamba encargado de atender a los enfermos y de recibir a los futuros combatientes que irían llegando.
En una primera ocasión Kumi subió, con mucha dificultad por la falta de preparación, la empinada cima de 1 800 metros de altura donde radicaba el Che, pero la segunda vez fue porque lo mandaron a buscar y al llegar encontró al guerrillero heroico muy mal de salud, con mucha fiebre y tos seca. Zerquera le preguntó cuál sería el tratamiento mejor para su caso específico y el Che le dijo que kanamicina, pero se lamentó porque no sabía dónde la iban a encontrar. Entonces es cuando Kumi abrió el maletín y Guevara le preguntó de dónde lo había sacado. Tras las explicaciones pertinentes comenzó el tratamiento y a los tres días, ya algo restablecido, le indicó a Kumi que su trabajo estaba en Kibamba, donde tenía un hospital y pacientes que atender.
Poco tiempo despues el médico tuvo que regresar porque el Che presentaba hemorragia y fiebre alta. Durante tres largos días con sus noches Kumi le puso tratamiento contra la malaria hasta que salió de la gravedad. De ahí en adelante, el Che nunca más se enfermó y continuó organizando y dando aliento a sus hombres pese a que los problemas dentro del movimiento de liberación del Congo y las condiciones para sostener la guerrilla no eran las mejores.
«Yo aprendí mucho con el Che desde los primeros días en que llegamos a Kibamba, cuando estábamos prácticamente sin hacer nada y nos cayó el “gorrión”, es decir, la nostalgia. Una mañana se apareció en el campamento y me dijo que venía a ayudarme para que no me quejara. Me preguntó a qué yo había ido y establecimos el siguiente diálogo:
Kumi: A atender a los enfermos y heridos cubanos
Che: No, usted vino a ejercer su profesión.
Kumi: Dígame cómo la ejerzo.
Che: Coja el maletín y acompáñeme.
Y el Che y yo, junto al traductor congoleño Freddy Ilanga (fallecido más tarde en Cuba) comenzamos a recorrer la zona. Veíamos a los enfermos y decía, a este aspirina a aquel, vitamina B-2. Al otro día, no tuve que dar el recorrido, los nativos se me metían en la choza para que los consultara, y el Che me dijo: “Fíjate como ya tienes pacientes”.
Pese a que la gesta del Congo no dio los resultados esperados, afirma Kumi, “al paso de los años comprendí que en realidad esa misión sirvió de mecha para alimentar el fuego de la lucha en los pueblos africanos; fuego que después comenzó a incendiar Guinea Bissau, Mozambique, Angola, Namibia, Sudáfrica y todos los demás países que se liberaron.
En total siete médicos cubanos y uno de origen haitiano que estudiaba en Cuba participaron en esta gesta con el Che en el Congo Leopolville.

Hedelberto López Blanch
Juventud Rebelde

jueves, 15 de mayo de 2014

Roque Dalton continúa vivo en sus versos: Hoy cumpliría 79 años




Roque Dalton García asumió por partida doble la causa libertaria de su país: El Salvador. El poeta fue defensor de los intereses del pueblo, que proclamó en sus versos, y también sufrió persecución, tortura y exilio por gobiernos de su época.

“Para mí ha sido posible estructurar mi obra poética en el seno de una vida de militancia política, o sea que me acostumbré a escribir en la clandestinidad, en condiciones difíciles”, dijo Roque Dalton en una entrevista ofrecida a Mario Benedetti en 1969.
Durante la conversación calificó sus inicios poéticos como “nerudianos”, tipo de poesía dedicada a “cantar, a hacer loa, a construir el himno, con respecto a las cosas, el hombre, las sociedades”.
“Si en alguna medida logré salvarme de esa actitud fue debido a la insistencia en lo nacional (…) Viene entonces mi poesía más ideológica, más cargada de ideas”, señaló.
Dalton, nacido el 14 de mayo de 1935, hijo de padre norteamericano y madre salvadoreña, recibió educación en distinguidos colegios de San Salvador. En 1953, viajó a Chile en donde logró ingresar a estudiar Derecho en la Universidad de Chile y conocer otra ideología política.
“Ingresé en este centro de estudios, y allá, por supuesto, vi otras cosas de la vida. Por ejemplo, los comunistas. Me puse en contacto con los comunistas, tuve amigos comunistas, y al principio sin saber que lo eran, luego con un poco más de conciencia, por lo menos di un paso de avance en Chile y de católico conservador que era pasé a ser un católico progresista, un social-cristiano; en ese momento, esa corriente de pensamiento en Chile me pareció sumamente atractiva”, relató en una oportunidad.
Estando en Chile, Dalton coincide con el pintor mexicano Diego Rivera, a quien intenta entrevistar. Ante una de las preguntas planteadas, el muralista da una respuesta tan contundente que termina desconcertando y despertando la curiosidad política del salvadoreño.
“Empezó a responderme cortésmente las preguntas hasta que no sé por qué se le ocurrió preguntarme mi filiación política, entonces yo le dije que era socialcristiano. Entonces él me preguntó, con aquella cosa exuberante que tenía, que cuántos años tenía yo. Yo le dije que dieciocho años. Me preguntó si yo había leído marxismo, yo le dije que no, entonces me dijo que tenía yo dieciocho años de ser un imbécil, y me echó“, rememoró Dalton en una grabación para Radio Habana Cuba que fue trasmitida en 1963.
Después del episodio, Dalton averigua quién es ese señor que lo ha insultado, qué es la pintura mexicana y qué es el marxismo. Poco tiempo después regresa a El Salvador a seguir estudiando Derecho. Junto con sus libros de Pablo Neruda y César Vallejo lleva sus primeros folletos revolucionarios. Posteriormente desechó el socialcristianismo y empezó a militar en el Partido Comunista Salvadoreño, cuenta el prólogo de su libro Tabernas y otros lugares, publicación que fue Premio Casa Las Américas en el año 1969.

El poeta revolucionario

Dalton volvió a El Salvador con “rudimentos del marxismo, líneas generales que había podido captar”, las cuales le hicieron tomar conciencia de la realidad social de su país.
“Un país desconocido, un país que yo nunca había visto: pude descubrir las contradicciones de la clase, la miseria, sus orígenes que me dieron un panorama, en el cual yo nunca, sinceramente, había caído en cuenta (…) Me sentí aterrado, tan responsable de un motón de cosas, tan lleno de ganas de decirle a la gente que había sido ciego por mucho tiempo, tan estafado”, relata un testimonio del poeta recogido en el libro Roque Dalton Antología, obra de Juan Carlos Berrio.
Ese abrir de ojos fue plasmado por Dalton en su obra El pulgarcito de América, donde con la artillería de sus palabras reprende a la clase oligarca, enaltece al pueblo y a la patria.
En 1955, funda en su país junto con otros poetas el Círculo Literario Universitario, que fue la segunda etapa de la Generación Comprometida, surgida a inicios en la década de 1950.
El grupo literario se reunían en casas, librerías y en la universidad para discutir sobre la necesidad de cambio en la sociedad salvadoreña.
Su generación vivió grandes acontecimientos, vio grandes luchas y no quiso quedarse simplemente como testigo. Dio el paso para encontrar a los hombres y a las mujeres que construían esos grandes acontecimientos y solicitó su ingreso en los contingentes, relató el prólogo de El pulgarcito de América.
Los años siguientes Dalton colaboró en numerosas actividades periodísticas, literarias, sociales y políticas, muchas clandestinas. Estas últimas le valieron numerosos problemas con las autoridades salvadoreñas de turno que lo metieron en prisión y más tarde lo desterraron. Fue encarcelado en 1960 y liberado en octubre de ese año al ser derrocado el presidente José María Lemus.
Dalton vivió prolongados periodos en Cuba, nación que lo acogió en épocas de exilio y que tuvo gran influencia en su pensamiento político. Fue para el poeta una vivencia que él mismo calificó como “la experiencia más importante de mi vida”.
“Cuba sigue siendo una experiencia definitiva y definitoria para mí, ya que luego me fue posible vivir en otros sectores del socialismo, y por consiguiente comparar, sacar mis conclusiones, y en ese sentido Cuba ha servido para que yo organizara mejor mis propósitos acerca de la revolución en América Latina y concretamente en mi país”, contó a Benedetti.
La poesía de Dalton se convirtió en su arma para hacer revolución. “Yo llegué a la Revolución por la vía de la poesía”, afirmó en la dedicatoria su libro Taberna y otros lugares.

“No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto”

A 39 años de su partida, Roque Dalton García sigue recitando verdades a través de una poesía reivindicadora, letra y voz del pueblo y de la revolución.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo recuerda en estas palabras: “Poeta hondo y jodón, Roque prefería tomarse el pelo a tomarse en serio, y así se salvó de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a la poesía política latinoamericana”.
El 10 de mayo de 1975, sus supuestos compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con quienes había tenido discrepancias, decidieron asesinarlo. Uno de ellos, Joaquín Villalobos, es “hoy oxfordiano asesor bélico de gobiernos neoliberales y represivos”, al decir del diario La Jornada, de México.
“Son sus propios compañeros quienes condenan a Roque por delito de discrepancia. De al lado tenía que venir esta bala, la única capaz de encontrarlo”, lamentó Galeano.
Dalton, quien burló a la muerte en dos ocasiones en las que fue condenado por dictaduras salvadoreñas, guardó en sus versos una petición para cuando llegara la hora final:

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Porque se detendría la muerte y el reposo
Tu voz que es la campana de los cinco sentidos
Sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cubadebate

¿Hasta cuándo?

La captura en Cuba de cuatro individuos residentes en Miami que vinieron con el propósito de realizar aquí actos terroristas planeados allá, donde recibieron entrenamiento, recursos y están sus jefes, coloca otra vez a la luz del día la absoluta injusticia cometida contra los Cinco compatriotas que cumplieron difícil y riesgosa misión, precisamente, para tratar de evitar crímenes semejantes.
La heroica tarea de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René era perfectamente legítima. Se fundaba en lo que se conoce como “estado de necesidad” o la llamada “defensa afirmativa de necesidad”. En ciertas circunstancias, para salvar vidas en peligro una persona puede cometer violaciones menores (forzar la entrada, sin pedir permiso, a un domicilio ajeno causando daños materiales para rescatar a alguien de un incendio, es un ejemplo fácil de entender).
En este caso, para salvar otras vidas, ellos pusieron en peligro la propia y no sólo en un acto heroico –como en el ejemplo de la casa incendiada- sino con muchos actos heroicos durante los años en que actuaron dentro de los peores grupos terroristas para descubrir sus planes. Nunca usaron armas ni emplearon la fuerza o la violencia. En su vida cotidiana cumplieron las leyes y sus deberes sociales y fueron ejemplo de convivencia como testimoniaron en el juicio vecinos y compañeros de trabajo.
Nuestros compatriotas, técnicamente, incurrieron sólo en una falta: no revelaron a las autoridades la naturaleza de su encomienda en Miami. Esa violación, no haberse inscrito como agente extranjero, es bastante frecuente en Estados Unidos y suele resolverse con el pago de una multa.
En el caso de los Cinco también esa omisión estaba plenamente justificada. Más aun, era imprescindible. ¿A quién se le ocurre luchar contra el terrorismo en Miami y a la vez hacérselo saber a las mismas autoridades que se han pasado medio siglo amparando y apoyando a los terroristas?
El propio juicio al que fueron sometidos lo probó hasta la saciedad. Desde el Acta Acusatoria inicial hasta las sesiones en que fueron dictadas las desmesuradas sentencias y a lo largo de toda la labor del Tribunal, la Fiscalía nunca ocultó que estaba del lado de los terroristas, que eran sus protegidos, que por apoyarlos había sentado a nuestros héroes en el banquillo de los acusados en una rocambolesca subversión de la justicia.
La Jueza, por su parte, tuvo momentos inolvidables que dejaron al desnudo la verdadera esencia de lo que estaba sucediendo. Lo hizo especialmente a la hora de imponerles castigo que incluyó, a petición del Gobierno, la llamada “cláusula de incapacitación” para someter a los acusados después de cumplidos los exagerados términos de prisión a un régimen especial que la Fiscalía consideró “tan importante o más” que el injusto encierro carcelario. Se trababa de evitar que nunca más, ninguno de los Cinco intentase algo en perjuicio de los terroristas.
En cuanto a René y Antonio que, habiendo adquirido la ciudadanía norteamericana por nacimiento no podían ser expulsados inmediatamente del país como acaba de suceder con Fernando, les agregaron varios años de “libertad supervisada” con estrictas condiciones que incluían ésta bien reveladora: “como una condición especial adicional de la libertad supervisada se le prohíbe al acusado acercarse a o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos tales como terroristas, personas que practican la violencia o figuras del crimen organizado”.
Tan insólita orden fue emitida en diciembre de 2001. Por aquellos días W. Bush proclamaba que “quien acoge, protege o ampara a un terrorista es tan culpable como el terrorista mismo” e impulsado por esa idea desataba por y todas partes su “guerra contra el terrorismo”. Por todas partes dijo, aunque para Bush obviamente Miami está en otro planeta.
La cláusula para proteger a los terroristas es la esencia misma de toda la saga de los Cinco. Basta leer la orden emitida por la misma jueza, diez años después, cuando René salió de la prisión. Se le quería obligar a permanecer allá, solo, aislado, desarmado, sin posibilidad de defenderse ante cualquier agresión. Como si eso fuera poco la jueza repitió, palabra por palabra, la prohibición dictada diez años antes. La advertencia era muy clara: no iban a proteger a René de los terroristas, sino a estos de René.
Hoy, como ayer, el gobierno de los Estados Unidos reconoce paladinamente que sabe quiénes son, en Miami, los terroristas y sabe, además, donde están y que lugares frecuentan. Pero afirma también, desvergonzadamente, que a ellos no se aplica la “doctrina Bush” y en vez de capturarlos y enviarlos a la cárcel, dedicará sus esfuerzos a protegerlos.
Por eso nadie se sorprendió cuando en 2005 Luis Posada Carriles –buscado por 20 años por la Interpol, fugitivo de la justicia venezolana que lo juzgaba por la destrucción en pleno vuelo de un avión civil en 1976- decidió instalarse en Miami y continuar promoviendo el terrorismo contra Cuba, ya no desde el clandestinaje sino abiertamente.
Tampoco causó sorpresa que cuatro integrantes de la red terrorista de Posada, hayan venido a Cuba varias veces a preparar nuevos ataques y que ahora guarden prisión aquí. Son individuos con antecedentes delictivos en Miami y hasta han hecho ostentación pública de sus propósitos criminales.
La impunidad con que continúan operando estos grupos criminales es consecuencia directa del proceso seguido contra nuestros Cinco compañeros pues lo ocurrido hace ya más de quince años era un mensaje muy claro y aun vigente: en Miami no sólo se permite el terrorismo contra Cuba sino que cuenta además con la complicidad y la protección de las autoridades.
La conversión del Sur de la Florida en santuario para el terrorismo puede ser un juego peligroso también para el pueblo norteamericano. Mientras los Cinco estaban encarcelados y se celebraba el infame juicio contra ellos, allí mismo, en Miami, se entrenaba la mayoría de los terroristas que llevarían a cabo la atrocidad del 11 de septiembre de 2001. Ninguno provocó sospechas, ninguno atrajo el interés del FBI. Porque en Miami el FBI no tiene tiempo para esas cosas pues todo lo dedica a proteger el terrorismo anticubano y a castigar a quienes tratan de evitar sus crímenes.
Barack Obama avanza hacia la conclusión de la mitad de su segundo y último período como Presidente. Cuando entró a la Casa Blanca en 2009 recibió una conducta inmoral e hipócrita por la cual él no es responsable. Pero lo será si no hace nada para cambiarla.
En sus manos está hacer algo para que sea recordado como alguien diferente a su predecesor. Lo primero sería disponer la libertad inmediata e incondicional de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. Sí se puede y él lo sabe. Y también sabe que si no lo hace la Historia no lo perdonará.

Ricardo Alarcón de Quesada

domingo, 11 de mayo de 2014

EE.UU. persiste en su guerra sucia y de agresiones contra Cuba




La detención en territorio cubano de cuatro terroristas procedentes de la ciudad norteamericana de Miami confirma una vez más que el régimen de Estados Unidos persiste en su frustrada guerra sucia y de agresiones contra la isla caribeña, además del arreciado cerco económico, comercial y financiero que le impone desde hace más de 50 años.
Los cuatro apresados, quienes según declararon pretendían atacar instalaciones militares con el objetivo de promover acciones violentas en la mayor de las Antillas, reconocieron tener vínculos estrechos con connotados criminales vinculados a Luis Posada Carriles, bautizado como el Bin Laden latinoamericano, y responsable de innumerables actos sangrientos contra el pueblo cubano, y otros de la Patria Grande, como Venezuela.
El plan descubierto por las autoridades de La Habana sigue a la inclusión de Cuba, por trigésima segunda ocasión, en la lista de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo, otra embestida infame de la administración de la Casa Blanca hacia la denominada Isla Bonita, y un hecho que cada año es reprochado por la comunidad internacional.
Recientemente también fue desenmascarado un proyecto subversivo “Made in USA”, denominado “Zunzuneo”, dirigido a socavar el orden en la nación caribeña por medio de las redes sociales, como parte la postura perversa y enfermiza de Washington de destruir la Revolución cubana a cualquier precio.
Es evidente además que la política de bloqueo hacia Cuba se ha acrecentado aun más durante la administración del presidente Barack Obama, con la persecución implacable a empresas y bancos de terceros países que comercian o trabajan con la mayor de la Antillas.
En un anterior articulo subrayé que el imperio de Estados Unidos está como una “fiera enjaulada” que lanza zarpazos para todas partes porque está consciente que se le acerca cada día más la pérdida definitiva de su dominio mundial, ante la pujanza económica, financiera y comercial, además de militar, de potencias como China y Rusia, y otras emergentes, renuentes hoy a acatar los dictámenes de Washington.
En el caso de Cuba, las garradas de los regímenes de Casa Blanca han sido permanentes desde 1959, pero los acontecimientos indican que la “hiena acorralada” está muy furiosa por la actual coyuntura internacional y en América Latina, y es un hecho real que el archipiélago antillano ha sido una constante espina en su garganta.
En ese sentido, parecen haberse activado a criminales buscados por la justicia latinoamericana, como Posada Carriles, quienes históricamente han organizado planes violentos en la ciudad terrorista de Miami, con el financiamiento y siempre respaldo de los servicios secretos norteamericanos.
Mientras esos peligrosos extremistas permanecen libres y protegidos, Washington mantiene en sus mazmorras a tres cubanos antiterroristas, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, quienes precisamente junto a sus otros dos compañeros René González y Fernando González, ya excarcelados tras cumplir largas sentencias, defendían a Cuba y el mundo de los criminales asentados en la Florida.

Patricio Montesinos

El terrorismo en el mundo, según el Departamento de Estado




El reciente informe del Departamento de Estado sobre el Terrorismo, correspondiente al año 2013, identifica a cuatro países como santuarios o promotores de terroristas: Cuba, Irán, Siria y Sudán. Salvo Irán, los otros tres han sido víctimas de las agresiones de la mayor potencia terrorista mundial, Estados Unidos, ocasionando, especialmente en los casos de Siria y Sudán miles de muertes y destrucciones en gran escala. Mismo en Cuba el número mínimo de víctimas del terrorismo se estima en unos dos mil, a lo cual habría que agregar los enormes perjuicios económicos causados por sabotajes, atentados y toda clase de actividades terroristas promovidas por Estados Unidos. Tragicómica paradoja: en este Informe las víctimas se convierten en victimarios, y estos en campeones de los derechos humanos.
La lectura del Informe da pie para compartir algunas consideraciones: primero, acerca de la autoridad moral que le cabe a quien, según Noam Chomsky y numerosos analistas, es la mayor organización terrorista del mundo para juzgar si un país es o no terrorista, o un protector o santuario de terroristas. Este es un tema que fue examinado minuciosamente en un libro: El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por los Estados Unidos escrito en co-autoría con Andrea Vlahusic hace unos pocos años. De ahí lo grotesco de la pretensión de Washington de juzgar a terceros países por su apego a la lucha contra el terrorismo. Segundo, ¿cuáles son los criterios con los cuáles decidir qué es ó que no es terrorismo? El Informe recuerda, en su página 317, que la legislación estadounidense establece (en la Sección 2656f(d) del Título 22 del Código Penal) que “terrorismo es toda violencia premeditada y políticamente motivada perpetrada por grupos subnacionales o agentes clandestinos en contra de actores no combatientes.” Definición muy conveniente para el imperio, porque impide que se califiquen como actos terroristas las diversas formas de terrorismo de estado que practica Washington desde hace largo tiempo. (Basta recordar el autoatentado que hundió el acorazado Maine en la bahía de La Habana en 1898 para corroborar que la Casa Blanca es depositaria de una larga tradición en esta materia). Según la definición de marras el asesinato de civiles inocentes con bombas atómicas o con drones no constituyen actos terroristas y tampoco lo es promover una sangrienta desestabilización de gobiernos categorizados como enemigos: casos de Libia, Siria, actualmente Venezuela. Caen también fuera de esa sesgada definición la invasión a terceros países (Cuba, 1961; Panamá 1989 para no traer a colación sino un par de casos); la invasión y destrucción sufrida por Irak y Afganistán en fechas recientes, o colaborar en el asesinato de supuestos guerrilleros en Colombia (que luego se demostró que eran “falsos positivos”). En suma: terrorista -o cómplice del terrorismo- es todo aquel que se oponga a las políticas de Estados Unidos.
En el Informe se dice que Cuba fue clasificada como santuario terrorista, o país promotor del terrorismo, desde al año 1982. Es decir, seis años antes de la creación de Al Qaida –que tuvo lugar en 1988- ya Cuba era considerada como un estado terrorista o protector de terroristas. El argumento principal para mantener a Cuba en esa calumniosa posición en el informe actual es que, y cito:
“A lo largo del 2013 el gobierno de Cuba apoyó y fue anfitrión de las negociaciones de paz entre las FARC y el gobierno de Colombia. El gobierno de Cuba facilitó el viaje de los representantes de las FARC a Cuba para participar en estas negociaciones en coordinación con representantes de los gobiernos de Colombia, Venezuela y Noruega, y también de la Cruz Roja. No hubo indicación alguna de que el gobierno cubana haya suministrado armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.”
Esta ridícula “acusación” en contra de Cuba permite extraer una conclusión final que autoriza un moderado optimismo: el imperio está realmente en problemas, mucho más graves de los que atisbamos desde afuera. ¿Por qué? Porque cuando un documento oficial del Departamento de Estado dice cosas tan estúpidas como las que se utilizan para condenar a Cuba es porque hay una crisis no sólo moral, cosa archisabida, sino también intelectual. Cómo convencer a cualquier persona con un mínimo coeficiente intelectual que Cuba es un santuario del terrorismo internacional cuando la razón por la que se la caracteriza de ese modo es … ¡su colaboración para poner fin a uno de los conflictos armados más sangrientos y prolongados no sólo de América Latina sino del mundo! ¿Qué decir entonces de Colombia, Venezuela, Noruega y la Cruz Roja? ¿Son compinches de un “estado canalla”, como lo es Cuba según el Departamento de Estado? ¿Por qué entonces no se los incluye bajo la misma calificación, especialmente a Noruega y la Cruz Roja, cuya “complicidad” con el gobierno cubano salta a la vista? Lo único que se puede decir es que tanto los investigadores sobre el “terrorismo” como los redactores del informe y las autoridades políticas que le dieron el visto bueno son de una fenomenal incompetencia a la hora de elaborar un pretexto mínimamente persuasivo de las prácticas terroristas del imperio. Claro que esto no le quita el sueño al gobierno estadounidense: su desprecio por la opinión pública doméstica e internacional es tan grande como su adicción al “doble standard moral”: junto con la condena de Cuba y a los otros países el Informe erige a la teocracia gobernante en Arabia Saudita como un ejemplar bastión de la lucha contra el terrorismo y exalta su colaboración con Washington en este terreno. Ni una palabra hay en el Informe que insinúe que fue ese país quien reclutó, financió y organizó la horda de mercenarios que han asolado Siria desde hace tres años. A los fieles lacayos se les perdona cualquier cosa.

Atilio Borón

sábado, 10 de mayo de 2014

El Che marxista




Néstor Kohan explica el marxismo en el Che Guevara o la filosofía de la praxis que él desarrolla y que nos hace comprender este legado del guevarismo. Unir la teoría con la práctica, transformar el mundo, ser rebeldes y éticos con los principios..

Cuba: El terrorismo viene otra vez del norte

Estados Unidos informó el 30 de abril, ritual que repite hace más de tres décadas, la inclusión de Cuba en su lista anual de países patrocinadores del terrorismo.
Pero hete aquí que casi en el mismo momento en que Washington hacía la ridícula acusación que nadie traga, fuerzas de seguridad de la isla capturaban un grupo de cuatro personas de origen cubano procedentes de territorio estadunidense que admitieron estar dedicados a la planificando de acciones terroristas dentro de Cuba.
Los detenidos se proponían atacar instalaciones militares con el objetivo de promover acciones violentas. Tres de ellos reconocieron haber realizado viajes a Cuba desde mediados de 2013 para estudiar los objetivos y planificar sus acciones. Añadieron que estos planes se han estado organizando bajo la dirección de Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray quienes mantienen estrechos vínculos operativos y políticos con Luis Posada Carriles, también conocido como el Bin Laden del Hemisferio Occidental.
Posada, además de la hazaña de hacer volar un avión civil cubano en vuelo con 73 personas a bordo es un veterano operativo de la CIA con numerosas operaciones contra Cuba en su haber, como el intento de hacer volar el Paraninfo de la Universidad de Panamá lleno de estudiantes y profesores para asesinar al entonces presidente de Cuba Fidel Castro mientras les dirigía la palabra, o la campaña de bombazos en La Habana y Varadero previa a la visita del papa Juan Pablo II en la que fue fulminado por la metralla el turista italiano Fabio di Celmo. A ello se añade la persecución, tortura y asesinato de revolucionarios venezolano bajo la fachada de comisario Basilio de la policía política venezolana. De la misma manera, su fuga organizada por la CIA de una cárcel venezolana bajo la supervisión directa de Otto Reich, entonces embajador yanqui en Caracas, para ubicarlo en el equipo de la central de inteligencia que se ocupaba en Honduras del apoyo logístico a la contrarrevolución nicaragüense, conocido como el caso Irán-Contras . Como se recordará consistía en traficar armas por drogas en los mismos vuelos de la CIA controlados por Posada y sus compinches.
La trayectoria de Álvarez Magriñat, Mitat y Alzugaray es común en cuanto a su febril dedicación a lo largo de décadas a actividades terroristas contra Cuba. A los dos primeros, participantes en el frustrado atentado contra Fidel en Panamá y autores del curioso ingreso ilegal de Posada a Estados Unidos, las autoridades les ocuparon en 2005 el más grande alijo ilegal de armas de guerra de que se tenga noticia en Florida, propiedad de Álvarez. Pero ello no impidió que los que los calificados de “luchadores por la libertad” por los fiscales fueran puestos en libertad antes de tres años; pues aunque los hechos ocurrieron después del 11 de septiembre la fiscalía no les impuso el cargo de terrorismo. De Álvarez también se sabe que en incursiones que ha dirigido contra Cuba han muerto dos civiles y fue gravemente herida una niña.
En contraste con la impunidad con que estos grupos actúan desde territorio estadunidense contra Cuba hace décadas, la libertad de que gozan y hasta los homenajes que se les tributan en Estados Unidos, tres agentes cubanos que se dedicaban a monitorearlos continúan purgando largas penas en Estados Unidos después de ser sometidos a un proceso calificado de espurio hasta por un tribunal de apelaciones yanqui: Gerardo González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.
La inclusión de Cuba entre los países que supuestamente auspician el terrorismo solo pretende justificar el bloqueo y llevó al papelón de la vocera del Departamento de Estado que no pudo dar un solo argumento a los periodistas para sustentarlo.
Cada vez son más las voces que en Estados Unidos claman por el inicio de una normalización de relaciones de Cuba con su poderoso vecino: empresarios, académicos, religiosos; por la liberación de los tres antiterroristas y del contratista de la AID Alan Gross, preso en Cuba por participar en planes de “cambio de régimen” y no por llevarle internet a una comunidad judía que ha negado conocerlo. Nunca la opinión pública de Estados Unidos, incluyendo a los cubanos de Miami, había sido más favorable a la normalización de relaciones con la isla y al derecho de los estadunidenses a visitarla. Una reciente encuesta es concluyente en cuanto a esto es concluyente ¿Será que una vez más la extrema derecha de Estados Unidos se propone dinamitar la eventual posibilidad de distención?

Ángel Guerra Cabrera

domingo, 4 de mayo de 2014

Cuba denuncia ZunZuneo en la ONU




Cuba continúa este viernes su denuncia en la ONU por el recientemente revelado ZunZuneo, un programa aplicado por Estados Unidos para generar desestabilización mediante mensajes enviados a teléfonos celulares en la isla.

La Mayor de las Antillas presenta el caso ante el Grupo de los 77 más China, bloque integrado por 133 países en desarrollo.
El pasado martes, el embajador alterno cubano ante Naciones Unidas, Oscar León, informó al Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) sobre el ZunZuneo, iniciativa subversiva para la cual Washington utilizó millones de dólares de los contribuyentes norteamericanos.
En una reunión del Movimiento integrado por 120 naciones, el diplomático exigió al gobierno estadounidense respeto por el Derecho Internacional y la Carta de la ONU, así como el cese de sus acciones ilegales y encubiertas contra Cuba.
Durante el encuentro del Mnoal, Belarús, Ecuador, Nicaragua, Siria, República Democrática de Corea y Venezuela, entre otros países, manifestaron su respaldo a Cuba y expresaron preocupaciones por el uso con fines desestabilizadores de nuevas herramientas de la información y la comunicación.
Según las revelaciones realizadas a principios de abril por medios de prensa estadounidenses, el programa secreto incluyó empresas fachadas y servidores en varios continentes, en aras de ocultar el origen de los mensajes enviados a miles de usuarios, en principio con “contenidos no controversiales”, para luego incitar a la subversión interna.
El lunes último, el representante permanente de Cuba en la ONU, Rodolfo Reyes, denunció ante el Comité de Información de este organismo mundial el empeño de Washington en subvertir el orden político, económico y social escogido soberanamente por el pueblo del país caribeño.
Además del ZunZuneo, Reyes colocó en la palestra la continuidad de las transmisiones ilegales de radio y televisión.
De acuerdo con el Embajador, la más reciente operación desestabilizadora infringe leyes cubanas y norteamericanas, como la CAN-SPAM Act, aprobada por el Congreso en 2003, que prohíbe enviar mensajes comerciales o de otro tipo sin que el destinatario exprese su consentimiento.
Por otra parte -agregó- se viola una vez más la Constitución de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, con el uso de las nuevas tecnologías, en particular de las redes sociales, para fines bien diferentes a los destinados a promover las relaciones pacíficas y la cooperación internacional.

viernes, 2 de mayo de 2014

Tania y el Che Guevara: dos argentinos en la revolución latinoamericana




El Che y Tania se convirtieron en dos símbolos latinoamericanos de la lucha antiimperialista.

Haydée Tamara Bunke Bíder nació en Buenos Aires el 19 de noviembre de 1937. Su padre era alemán y su madre polaca y ambos habían huido de la Alemania Nazi para emigrar a la Argentina en la época en que el país celebraba la inauguración del primer tramo de la Avenida 9 de julio, que para los porteños de Buenos Aires es la más ancha del mundo.
La madre de Tamara, Nadia Bunke, nos cuenta su arribo a Buenos Aires: “Llegamos a la Argentina balbuceando español, íbamos aprendiendo el idioma en el barco. En la Argentina había muchos alemanes, se dice que el 10 ó el 12 por ciento de los argentinos son de origen alemán, aunque la colonia alemana tenía diferentes núcleos: una colonia capitalista; una de obreros calificados, maestros y profesionales diversos; y una colonia de refugiados de la Alemania fascista.
Teníamos parientes en la Argentina, entre ellos a mi abuela; ésas fueron nuestras primeras relaciones, luego fuimos conociendo a otros refugiados alemanes, pero ante todo mi marido hizo lo más pronto posible los contactos necesarios y obtuvo el ingreso en el Partido Comunista Argentino.
Seguimos Trabajando clandestinamente, ahora en la Argentina; en ese ambiente nació y se crió Tamara.
Nosotros hacíamos comprender a nuestros hijos, con palabras simples como para niños, que estábamos luchando por el bien de la humanidad para el bien del pueblo argentino; les explicábamos sobre la Revolución de Octubre en la Unión Soviética, les decíamos que trabajábamos por una sociedad nueva como aquélla, pero que todo eso era un trabajo muy difícil y peligroso; les advertíamos que donde estábamos la policía perseguía a las personas que pensábamos de ese modo y que por ello había que actuar con discreción. Y los niños- Tamara y Olaf- tenían que guardar silencio y no contar a nadie que en nuestra casa celebraban reuniones con compañeros del Partido, porque era una organización clandestina.
En esa casa guardábamos material de propaganda y otras cosas comprometedoras; y los chicos lo sabían y comprendían que no se podía hablar sobre esas cosas sino con nosotros. Les hacíamos relatos sobre la persecución del fascismo; les explicábamos cómo surge la riqueza, cómo proviene de la explotación, y ellos entendían...”[1]
Tamara o “Ita”, como le llamaban en la familia, crece en el seno de esta familia comprometida y en el barrio de Saavedra los primeros años, para luego mudarse a Corrientes y Pasteur, un barrio típico de la colectividad judía. Más tarde se trasladaron a un departamento de la calle Sarmiento Nº 2106 y una temporada en la zona de Quilmes donde vivía la abuela de Nadia.
“Ita” cursa sus primeros estudios en la Escuela Cangallo Shule, un colegio privado que tenía el alemán como segunda lengua.
Los padres de Tamara, Nadia y Erich Bunke militaban en el Partido Comunista Argentino y en su casa se realizaban importantes reuniones clandestinas, inclusive se guardaban armas
Aunque los padres intentaban que sus hijos no manejaran demasiada información sobre sus actividades políticas -por cuestiones de seguridad- en esa casa se respiraba un ambiente comprometido con las luchas sociales. Nadia nos cuenta: “Las reuniones mencionadas se efectuaban de noche, después de las nueve, cuando los niños ya llevaban durmiendo varias horas y, además, por razones obvias de vigilancia revolucionaria, debíamos tener el cuidado de que nada relacionado con estas reuniones llegara a conocimiento de nuestros hijos para evitar que ellos, sin darse cuenta, dejaran escapar alguna alusión peligrosa en la escuela.”
Cuando Tamara estudiaba en la Escuela Normal 9 se vinculó con la F.J.C. Federación Juvenil Comunista, donde militó durante una temporada. Siendo casi una niña hace sus aportes como militante, lleva mensajes, reparte propaganda clandestina, distribuye periódicos del partido. En este sentido, el periodista Isidoro Gilbert también señala en su libro La Fede (2009), que fue colaboradora de la revista “Juventud” órgano de la FJC. Otro testimonio que aparece en el mismo libro es de Jorge Bergstein quien declara: “Mis recuerdos sobre el Che están unidos al de una joven militante de la Fede. Se trata de Tamara Bunke, vivía en Quilmes, hija de una familia alemana, activista de la escuela secundaria de esa nacionalidad”.
1952, Tamara con 15 años emigró junto a sus padres a la República Democrática Alemana, siendo admitida dentro del Partido Socialista Unificado de Alemania en 1955, a los 18 años. En Berlín Oriental estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Humboldt. También fue instructora de tiro deportivo en ese período. Recibió con alegría el triunfo de la Revolución Cubana y conoció al Che Guevara en 1960 cuando éste viajó a Alemania Oriental al frente de una delegación comercial del gobierno revolucionario.
A fines de los años 50 Tamara ya tenía decidido regresar a la Argentina para integrarse a la lucha política, dentro de las filas del Partido Comunista Argentino. Así fue como en 1958, Tamara expresó en el seno del Partido Socialista Unificado de Alemania (PSUA), su deseo de regresar a la Argentina.
La propia Tamara en una declaración que redacta el 4 de febrero de 1958 nos cuenta: “En la RDA fui educada y aprendí a pensar y actuar como una marxista leninista. Por eso para mí lo más natural es luchar toda mi vida, igual en un país que en otro, y bajo cualquier circunstancia en las filas de nuestro partido marxista leninista. Por esa razón ingrese como candidata en el PSUA.
Mi deseo más grande es volver a mi patria, la Argentina, y ofrecer allí al Partido todas mis fuerzas. Es natural que volvería a mi patria con el consentimiento del Partido”.[2]
En distintas cartas a sus amistades en la Argentina, les trasmite su deseo de regresar. En 1956 le escribe a un amigo y le pregunta “¿Podéis escribirme sobre el trabajo del Partido y en especial ´de la juventud´ allá en la Argentina?”. En 1957 señala por carta “me vuelvo a más tardar a comienzos del 59”. Para las fiestas de fin de año de 1958 escribe una carta muy melancólica y dice: “Estoy escuchando a Carlos Gardel cantando algunos de nuestros tangos más queridos, y te podrás imaginar qué nostalgia siento”.[3]
En 1959 había preparado su salida para la Argentina, sacó su pasaporte y obtuvo el permiso del Partido y del gobierno, quienes tuvieron comprensión hacia su firme posición. Ese mismo año trabaja en la preparación del VII Festival Mundial de la Juventud y de los Estudiantes, integrando la delegación Argentina, por lo que se traslada a Viena y vive en esta ciudad todo el tiempo que dura ese trabajo.

Tania conoce al Che

El 13 de diciembre el Che Guevara llega a la República Democrática de Alemania, después por una larga gira por otros países del campo socialista. En Berlín se entrevista con el Ministro de Comercio exterior, Henrich Rau.
La madre de Tamara nos cuenta cómo Tania conoció al Che: “En diciembre de 1960 llegó a Berlín la delegación comercial con Ernesto Guevara a la cabeza. El Che era entonces el director del Banco Nacional de Cuba y debía concertar un convenio comercial de uno a cinco años entre el Ministerio de Comercio exterior de la RDA y el Banco Nacional de Cuba. Tamara tuvo por primera vez contacto con Ernesto Che Guevara en la recepción que se hizo después de firmar los convenios. Fue una recepción excepcional. Habría que decir que participaron los ministros y los vicepresidentes del Consejo de Estado. Todos, todos estaban ahí. Era un homenaje, se puede decir, al pueblo cubano. En esta recepción había muchísimas gentes de todas partes, y en ella también estaba Tamara. Asistió junto a un grupo de la Juventud Libre Alemana y con algunos latinoamericanos que estaban invitados. Antes de esta recepción el Comandante Ernesto Che Guevara fue a Leipzig para entrevistarse con los estudiantes cubanos y latinoamericanos, y Tamara trabajo por primera vez de intérprete de él. Pero, ante todo, tuvo gran importancia para Tamara el hecho de que ella participó en esta conferencia del Che con los estudiantes en calidad de argentina.
El primer encuentro con el Che profundizó aún mas su admiración y estima hacia él como argentino, comunista y guerrillero, y como hombre de brillante pensamiento y expresión. Llena de entusiasmo, Tamara relataba posteriormente la importancia de este acontecimiento. Tiempo después, nosotros pudimos valorar con claridad la trascendencia que había tenido para nuestra hija aquel encuentro con el Che y lo que de su ejemplo ella tomó para su propia vida y para su actuación ulterior”.
El vínculo con el Che y la revolución Cubana le cambian los planes. Tamara Bunke decide viajar a Cuba y llega a La Habana el 12 de mayo de 1961.
Nadia y Erich Bunke nos cuentan los proyectos de su hija para viajar a Cuba como paso previo para luego trasladarse a la Argentina: “Ella tenía la idea de que estando en Cuba iba a aprender a fondo de la Revolución Cubana y que eso le serviría en su trabajo revolucionario, que ella imaginaba desarrollar luego en la Argentina. Si ella pensaba y sentía que su deber era luchar en América Latina, nosotros no teníamos ningún derecho a retenerla”.
Desde su llegada a Cuba, Tamara se integra tanto en la vida política como cultural. En este país estudió periodismo en la Universidad de La Habana. Ella era una persona muy sociable y, aunque había aprendido a tocar el piano, la guitarra y el acordeón eran sus instrumentos preferidos, con los que se acompañaba para cantar. Le gustaba mucho el tango y las canciones de Gardel. También era una enamorada del folclore argentino, especialmente las zambas. A todas las fiestas que era invitada, siempre llevaba su acordeón. Le gustaba cantar El arriero y La Felipe Varela.
El 25 de mayo de 1962 el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos,en ocasión de celebrarse el día de la Revolución Patria Argentina, prepara un evento. Se organizó una fiesta de confraternización de la colonia argentina en La Habana, en un lugar paradisíaco de las afueras de la capital, llamada Río Cristal. Participaron casi 400 personas, incluyendo los residentes, técnicos, artistas e invitados cubanos y argentinos.
La periodista argentina Carolina Aguilar Ayerra, quien por aquellos años estaba casada con el colaborador directo del Che Santiago Riera, nos cuenta aquel encuentro de Tamara con Guevara, durante la fiesta patria Argentina: “Precisamente yo conocí a Tamara en ocasión de una fiesta folklórica argentina que estábamos preparando para el 25 de mayo de 1962, aquí en La Habana. Esa fiesta sería muy especial, porque había venido un grupo grande de argentinos, técnicos en su mayoría. Estábamos en La Habana como 380 argentinos.
Nos ilusionamos mucho y una comisión fue a ver al Che, porque queríamos hacerlo todo muy “Criollo”. El Che, al ser invitado, se entusiasmó con la idea y propuso se consiguiera una vaca para hacer una comida típica argentina, consistente en un asado con cuero, sugiriendo además que todo lo que se sirviera fuera como se hace en la Argentina. Fue el propio Che quien le expresó a la comisión que fue a invitarlo: ´oigan, busquen a una artista argentina que hay por ahí, que se llama Tamara, que toca la guitarra`.
Tamara fue invitada y fue la que hizo el programa y tuvo ideas originales, tales como que las compañeras que sirvieran la comida lo hicieran vestidas de chinas (campesinas argentinas), que se recibiera a la gente cebando mate, etcétera.
Ella fue la actriz principal en aquella fiesta y una organizadora diligente. También consiguió trenzas, quería que todas las mujeres fuesen con trenzas largas y con cintas argentinas. En el acto artístico bailó la zamba con un vestido negro”. El Che hizo el resumen de la fiesta, en el que habló de la lucha armada en la América Latina e hizo un análisis histórico de Argentina. Guevara empezó con estas palabras:
“A los compañeros argentinos:
Queridos compatriotas de toda América, queridos coprovincianos los que hoy festejamos una de nuestras fechas patrias:
Este momento, repetido muchas veces en el curso de nuestras vidas, tiene hoy una significación especial, un tono y un colorido especial. Es aquí en otro país de América, en nuevas condiciones de América, donde festejamos una vez más el 25 de Mayo, y esta vez no se escuchan los discursos consabidos y no existe la fanfarria consabida, las palabras huecas con que los gobernantes de turno tratan siempre de hacerse copartícipes en la gloria de los viejos próceres. El 25 de Mayo, aquí en Cuba, tiene para nosotros pues, características especiales, tan especiales como que un argentino de voz extranjera, a nombre del gobierno cubano, salude y agasaje a todos ustedes y les trasmita la felicitación de nuestro gobierno. Son las nuevas condiciones de América, condiciones que han ido madurando a través del tiempo, que han ido consolidando esta nueva Era en que vivimos, este nuevo momento histórico del cual Cuba tiene la gloria especial de ser el iniciador en América. Por eso al hablar de movimientos emancipadores, al recordar las viejas gestas de nuestras guerras de independencia, tenemos forzosamente que recordar la Cuba de hoy, porque esta Cuba de hoy es parte de un viejo esfuerzo de las masas por obtener su liberación definitiva, esfuerzo que ni siquiera en Cuba ha alcanzado un éxito total, todavía tenemos que luchar para liquidar viejas formas económicas que nos oprimen, para librarnos de todos los problemas que nos ha traído en nuestro desarrollo la dependencia de los capitales extranjeros, la dependencia fundamentalmente de los monopolios norteamericanos y para defender la parte de libertad y de bienestar de nuestro pueblo que hemos logrado en estos años de lucha.”
El discurso fue seguido con gran silencio y fervor revolucionario, aunque muchos de los presentes, militantes del Partido Comunista Argentino, mostraban en sus rostros, la desaprobación con el contenido del discurso.
El Che cierra su oratoria diciendo:
“Eso compañeros, el que se repita la experiencia histórica del 25 de Mayo en estas nuevas condiciones, dependen nada más que del pueblo argentino y de sus dirigentes, es decir, depende de ustedes en cuanto a pueblo y en cuanto a dirigentes; de tal manera que también una gran responsabilidad cae sobre ustedes: la responsabilidad de saber luchar y de saber dirigir a un pueblo que hace tiempo está expresando en todas las maneras concebibles su decisión de destruir las viejas cadenas y de liberarse de las nuevas cadenas con que amenaza amarrarlo el imperialismo. Tomemos pues el ejemplo manido de Mayo, el ejemplo tantas veces distorsionado de Mayo, tomemos el ejemplo de la Revolución Libertadora, que salió de sus fronteras, inundó con una ideología nueva, que no era propia, pero que había encarnado en sí para trasladarla a América, y pensemos en estos momentos de América, en estos mismos momentos en que una especie de 25 de Mayo se ha dado en la zona del Caribe, en que desde aquí se lanzan proclamas revolucionarias que llegan a todos los pueblos de América, y que en la Segunda Declaración de la Habana luce algo así como una declaración de los derechos del hombre para los pueblos de aquella época. Pensemos en la unidad indestructible de todo nuestro Continente, pensemos en nuestra economía igualmente distorsionada, igualmente aherrojado cada pueblo por el mismo imperialismo. Pensemos en que somos parte de un ejército que lucha por su liberación en cada pedazo del mundo donde todavía no se ha logrado, y aprestémonos a celebrar otro 25 de Mayo, ya no en esta tierra generosa, sino en la tierra propia y bajo símbolos nuevos, bajo el símbolo de la victoria, bajo el símbolo de la construcción del Socialismo, bajo el símbolo del futuro.”.
Al terminar el discurso del Comandante Guevara, otros argentinos hicieron uso de la palabra, aunque será el histórico dirigente del peronismo revolucionario John William Cook del Instituto de Amistad Argentino Cubano, quien se hará eco del discurso del Che y asumirá públicamente el llamamiento revolucionario de Guevara. El que fuera delegado del General Perón se había convertido en el aliado argentino más próximo a las tesis insurreccionales de Guevara, para toda América Latina. Mientras que los comunistas argentinos apostaban por la vía democrática de la acción de las masas, como etapa previa al socialismo. Por ese entonces Cooke y su compañera Alicia Eguren intentaron convencer al General Perón que tenía que trasladarse a Cuba y dejar el Madrid del régimen franquista.
Durante la fiesta, el discurso del Che fue el tema del gran debate entre los militantes. A pesar de las canciones de Tamara, la emoción patriótica y los llamados a la unidad, el ambiente había terminado bastante caldeado. Se lo vio al Che charlar acerca de la situación política argentina con el Gordo Cooke, Alicia Eguren y el ex embajador de Guatemala en la argentina Manuel Francisco Galich López, durante el gobierno de Jacobo Arbenz.
La maestra entrerriana Carolina Aguilar relata las incidencias de la actividad celebrada el 25 de Mayo y la repercusión posterior de la misma.
“A los dos o tres días después de la fiesta, los argentinos nos reunimos en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos porque había algunos residentes que no tenían la misma opinión que el Che. A esa reunión asistió Tamara y cuando los oyó hablar de esa manera se paró y dijo tajantemente: ´Bueno, me voy, yo aquí no pierdo el tiempo...´ Y se fue. Junto con ella nos fuimos unos cuantos. Al año siguiente dimos de nuevo la fiesta. Ella volvió a bailar e incluso consiguió que el Ballet Nacional actuara. También asistió Che. A partir de aquella discusión de la que ella se retiró tan molesta, no volvió a participar en más reuniones de residentes argentinos. Sin embargo, siempre estaba pendiente de los compatriotas que llegaban, y preocupada por reunirlos a todos, y enviarles libros y folletos cuando ya se habían ido.”
Su compromiso con la revolución cubana y su espíritu internacionalista fueron determinantes para que Tamara fuera seleccionada para ser parte del proyecto revolucionario de Ernesto Guevara, para la insurrección latinoamericana. Luego de su preparación en Cuba y Checoslovaquia, parte de avanzada para generar las condiciones en Bolivia de la posterior guerrilla comandada por el Che. En este país del altiplano después de operar clandestinamente con una doble identidad, se incorpora a la guerrilla, que comandaba el Che. A partir de ese momento Tamara se convierte en “Tania”.

Bolivia.

Tamara “Tania” Bunker llega a Bolivia en noviembre de 1964 con el nombre de Laura Gutiérrez, de nacionalidad argentina y de profesión etnóloga. Su misión era introducirse en la alta sociedad boliviana, especialmente cerca de quienes gobernaban y proporcionar información para el futuro establecimiento del grupo guerrillero.
Después de la llegada del Che a Bolivia, el 3 de noviembre de 1966, ella pudo verlo por primera vez el 31 de diciembre de ese año. Lo visitó a solicitud del jefe guerrillero, en el campamento de Ñacahuasú, donde ya estaban la mayoría de los combatientes.
Harry Villegas Tamayo señala: “El papel de Tania fue muy importante. Es un papel que se conoce poco, pero que en la historia de la inteligencia es un gran logro que en un período de tiempo tan corto y limitado se haya logrado adquirir tanto. Porque es una figura que se siembra -en términos de inteligencia se denomina a esto "sembrar"- con el objetivo de que gradualmente vaya teniendo inserción en la sociedad y pueda jugar un papel informativo, de medidas de seguridad, etc., sin que despierte ninguna sospecha. Gracias a su personalidad Tania logró insertarse en la sociedad boliviana y en un período de tiempo muy limitado -dos o tres años- llegó a tener acceso a las altas esferas de dirección del país con una confianza absoluta como se lo había encargado el Che. El Che siguió puntualmente su preparación. Los bolivianos, por sus características, la sintieron como boliviana. Como ella conocía mucho de la cultura y del folklore boliviano pudo realizar este trabajo. Podía servir para la lucha en Bolivia o también para apoyarse en ella y poder venir a la Argentina. Ella realizó con calidad su cometido. Después, su fervor revolucionario la llevó a querer estar en la guerrilla, aunque el Che le había planteado que esa no era su misión sino permanecer en un compás de espera. El hecho de la no participación de Mario Monge, de la no participación del Partido Comunista determinó que nos viéramos obligados a reorganizar el aparato urbano y todo esto obligó a que Tania de forma improvisada se viera obligada a participar en la lucha. Ya después de esto la sorpresa, el inicio de la lucha de forma no prevista -pues no estaba en nuestros planes comenzar así- sino escoger nosotros el momento, el lugar, y aplicar nuestra voluntad...pero bueno, al ser descubiertos nos vimos obligados a comenzar y en ese momento estaba Tania, estaba Debray y de una forma u otra se abortó el proceso. Comenzó antes del tiempo previsto, como se había planificado para organizar todo lo necesario.”[4]
Aquellos meses Tania estaba muy entusiasmada con la llegada del contingente. Había estado mucho tiempo aislada de la actividad revolucionaria y pensaba que había llegado el momento de hacer realidad todos sus sueños. A partir de la llegada de los combatientes cubanos cambió radicalmente su vida. Ahora había un solo objetivo y era darle todo el apoyo logístico a la guerrilla que intentaba instalarse. Su trabajo clandestino era de suma importancia, su misión era proporcionar información y ser el vínculo con las nuevas incorporaciones a la guerrilla. Tania era el contacto directo del Che con el exterior. Un fallo en su misión podía poner en cierto riego la consolidación del grupo guerrillero.
Harry Villegas “Pombo”, uno de los allí presentes relató: “A su llegada a la guerrilla, Tania se veía muy jubilosa, a pesar de caminar unos ocho o nueve kilómetros había llegado en condiciones físicas aceptables. Nos estrechó a todos, nos abrazó, brincos de júbilo, alegría espontánea. Se encontraba en un ambiente de compañeros a los cuales ya casi todos conocían y con los mismos había compartido los momentos de la llegada al país brindándoles todo su afecto y cariño. Los compañeros que fueron con el Che a esperarla eran: Tuma, Inti, Urbano y Arturo. En su estancia, el Che le dedicó una gran parte de su tiempo a conversar con ella; primero hubo de conversar con ella, posteriormente con Monje; y el resto de la noche, en la celebración de las fiestas de fin de año y el triunfo de la Revolución, hubo de dedicar gran parte del tiempo a conversar con ella, a compartir con ella. Para nosotros la llegada de Tania tuvo una significación extraordinaria, pues nos traía grabaciones, en una pequeña grabadora de cassetts, con canciones cubanas que había grabado por Radio Habana Cuba. Llevó algunas canciones de música folklórica argentina, música de Atahualpa Yupanqui, trajo pequeños regalos para todos, pañuelos de colores, bombones, linternas, linternas pequeñas; cantamos, bebimos y en todas estas actividades estuvo ella estrechamente vinculada como centro real de la alegría y el júbilo de lo que eran los festejos del Año Nuevo. Entre los documentos de Tania tenía que estar una grabación que ella hizo de la intervención de Mario Monje al dirigirnos la palabra a nosotros, y de la intervención del Che en lo que fue el análisis del triunfo de la Revolución Cubana y lo que representaba para nosotros. El día primero hubimos de confeccionar un mensaje en el cual Tania colaboró con nosotros, con Papi y conmigo, en la redacción, en el cifrado de éste; tomó varias fotografías, hubimos de revelar un rollo que ella había venido tomando a través de todo el camino y que había culminado con los festejos de la noche anterior que se había tomado con flash. El rollo salió en buenas condiciones y ella lo llevó a La Paz para imprimirlo; luego recibimos las fotos”.
Dos días después, Tania abandonó Ñacahuasú y se dirigió a La Paz. A mediados de mes ya estaba en Argentina. Una de las misiones que le indica el Che es conseguir nuevos combatientes para la guerrilla, con ese fin es enviada a la Argentina con el seudónimo de Elma. El objetivo era contactar con Ciro Bustos, Juan Gelman, Luis Fautino Stamponi Corinaldesi y Emilio Jáuregui que junto a Eduardo Jozami, eran miembros del Sindicato de Prensa de Buenos Aires.
Eduardo Jozami, actual director del Centro Cultural de la Memoria “Haroldo Conti” recuerda: "Yo me reuní con Tania en enero de 1967. Me dijo: 'El Che te manda a buscar'. En febrero me encontré con ella en La Paz. Me presentó a Inti Peredo, quien me dijo que el Che tardaría algunos días en volver al campamento porque estaba en una exploración bastante lejos. Tania me dijo que en marzo fuera a Tarija, y que esperara un mensaje en la Oficina de Correos. Pero nunca llegó".
En marzo de ese año Tania visita al grupo guerrillero. El 24 de ese mes es descubierto el jeep de Tania en un garaje de Camiri, donde lo había dejado para ir hasta el campamento guerrillero. La identidad de Tania, no descubierta hasta entonces, fue puesta en evidencia por las declaraciones de los desertores Vicente Rocabado y Pastor Barrera. Ante esta situación Guevara decide que Tania se quedara como combatiente en el contingente.
El Che en su Diario hace referencia en varias oportunidades a Tania. El 16 de abril de 1967 señala:
“La vanguardia salió a las 6.15 y nosotros a las 7.15, caminando bien hasta el río Ikira, pero Tania y Alejandro se retrasaron. Cuando se les tomó la temperatura, Tania tenía más de 39 y 38 Alejandro. Además, el retraso nos impedía marchar como estaba programado. Dejamos a ellos dos, más el Negro y Serapio un kilómetro río arriba del Ikira, y seguimos tomando el caserío llamado Bella Vista o más precisamente a 4 campesinos que nos vendieron papas, un puerco y maíz. Son campesinos pobres y están muy atemorizados por nuestra presencia aquí. Nos pasamos la noche cocinando y comiendo y no nos movimos esperando la de mañana para pasar a Tikucha sin ser observados en nuestras características.”
En abril de 1967 el grupo de la retaguardia donde estaba Tania, comandado por Joaquín, perdió el contacto con el resto de la guerrilla y así se mantuvo varios meses, aunque unos y otros intentaron reagruparse, sin poder conseguirlo.
Leonardo Tamayo Núñez (Urbano) nos cuenta los últimos momentos de Tania: “El propósito del Che era que se reencontraran los dos grupos al anochecer del segundo día de la separación. Entre los enfermos estaba Tania, quien tenía las piernas hinchadas. Cuando regresamos al lugar adonde debían esperarnos, no se hallaban allí. El reencuentro no fue posible porque, tanto los guerrilleros que estábamos con el Che, como los del grupo de Joaquín, tuvimos que sostener enfrentamientos armados con soldados bolivianos, lo que mantuvo la separación. Nunca más vimos al grupo de Joaquín, aunque ambos grupos tratamos de reencontrarnos. Al cabo de cuatro meses de separación, este grupo fue masacrado por el ejecito boliviano.”
Tania y el grupo de guerrilleros cayeron en una emboscada, mientras cruzaban el vado del rio Grande en Puerto Mauricio, el jueves 31 de agosto de 1967. Aquella tarde junto a sus compañeros se dispone a cruzar el rio. Ella llevaba su mochila y en sus manos el M-1. Su vestimenta consistía en un pantalón de camuflaje, calzaba unas botas un poco grandes para sus pies y una blusa muy usada y desteñida de rayas verdes y blancas. Ella es la penúltima en penetrar en el rio Grande. Cuando ya tenía el cuerpo sumergido hasta la cadera comienzan a sonar los primeros disparos.. Intenta comenzar a disparar pero una ráfaga le alcanza el pulmón y cae desmayada en la corriente del rio. Uno de sus compañeros intenta rescatarla nadando contracorriente, pero al llegar a ella, nada puede hacer, la encuentra muerta. En aquella emboscada caen muertos Joaquín, Gustavo Machín y Moisés Guevara. El Che y sus compañeros, sin saberlo, se encontraban exactamente a un kilómetro de ellos.
El cadáver de Tania fue arrastrado por el río y hallado el 6 de septiembre por soldados bolivianos. Al otro día, trasladaron su cuerpo sin vida hacia el Regimiento Pando y el 8 la enterraron en un ataúd de madera.
Su compañero de entrenamiento en Checoslovaquia José Gómez Abad “Diosdado” en su libro “Como el Che burlo a la CIA” señala de Tamara:
“Tania era una joven alegre, sentimental y romántica. Soñó, amó, y tenía hermosas ilusiones para un futuro; sin embargo, en ella primaron sus altas metas, el cumplimiento del compromiso contraído y del deber revolucionario.”
Tras la muerte de Tania se comenzaron a difundir historias fantásticas, auténticas calumnias sobre su vida. Una de ellas es que fue amante de Ernesto Guevara. Otras de las falsedades es que fue una triple agente (Alemana- soviética- cubana). Su madre Nadia Bunke rechaza las afirmaciones de que Tamara había pertenecido a los servicios secretos de la RDA: “Si nosotros en realidad hubiéramos estado informados hubiéramos cuidado de darle a las ATASI nuestro consentimiento, simplemente porque sabíamos que nuestra hija deseaba colaborar con el Partido Comunista de Argentina. Estábamos muy preocupados, pues temíamos que tarde o temprano fuera arrestada, Si se hubiera conocido su colaboración con la ATASI ¿Que hubiera sido de ella?”.
Lo cierto que su vida y militancia ya es parte del imaginario colectivo de la izquierda latinoamericana. Con el transcurrir de los años su figura se agiganta para convertirse en una referencia y un ejemplo para las futuras generaciones. En palabras de Gómez Abad (2007): “Tamara soñó, luchó por un mundo mejor y fue consecuente con sus ideales hasta el final de sus días. Las semillas que ella sembró, años después se ven renacer en su América Latina mestiza y explotada. Esa fue su principal obra y el legado imperecedero que dejó.”
La Argentina aun no le ha realizado un reconocimiento histórico a esta militante internacionalista que se ha convertido en un paradigma de la mujer revolucionaria.

Lois Pérez Leira

Bibliografía consultada:

Ulises Estrada, Tania la Guerrillera. Oceanpress. La Habana 2005.
Mayo José, En la Guerrilla junto al Che. Testimonio de Urbano. Editorial Gente Nueva. La Habana.
Villegas Harry, Pombo: Un hombre de la Guerrilla del Che. Editorial Política. La Habana, 2008.
Blaquier Ascaño, Elsa. Seguidores de un sueño. Casa Editorial Verde Olivo. Ciudad de La habana, 2007.
Gilbert Isidoro, La Fede. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 2009.
Marta Rojas, Mirta Rodríguez Calderón y Estrada Ulises, “TANIA la guerrillera inolvidable”. Editorial de Ciencias Políticas. Cuba, 2001.
Gómez Abad José, Cómo el Ché burló a la CIA. RD Editores, 2007. España
Anderson Jon Lee, Che Guevara, Editorial Anagrama, Barcelona 2007
Néstor Kohan Entrevista a Harry Villegas Tamayo, "Pombo" Las enseñanzas del Che.

[1] Marta Rojas, Mirta Rodríguez Calderón y Estrada Ulises, “TANIA la guerrillera inolvidable”. Editorial de Ciencias Políticas. Cuba, 2001.
[2] Marta Rojas, Mirta Rodriguez Calderón y Estrada Ulises, “TANIA la guerrillera inolvidable”. Editorial de Ciencias Políticas. Cuba, 2001.
[3] Ulises Estrada, Tania la Guerrillera. Oceanpress. La Habana 2005.
[4] (Entrevista a Harry Villegas Tamayo, "Pombo" Las enseñanzas del Che. Néstor Kohan).

Entrevista de Ernesto “Che” Guevara con Frondizi.




Arturo Frondizi y Ernesto Guevara

La entrevista del presidente argentino Arturo Frondizi con Ernesto Guevara, fue uno de los detonantes del golpe de Estado del 29 de marzo de 1962.

Ernesto Guevara y su comitiva oficial llegan al Uruguay el 5 de agosto de 1961 para participar del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES) de la Organización de Estados Americanos, celebrado en Punta del Este.
Su llegada a este país tiene una gran repercusión internacional y es la figura del evento. La prensa acreditada y los delegados presentes intentaban saludar o hablar con el ya mítico guerrillero argentino. Para los planes estadounidenses este encuentro de países latinoamericanos era muy importante, ya que intentaban promocionar su famosa Alianza para el Progreso. La presencia del Che y la influencia en otros países de la revolución cubana, podían afectar este proyecto norteamericano. En aquel histórico evento, Ernesto Guevara habló de la lucha anticolonialista de Cuba, de su revolución y señaló:
“Es una revolución que ha reafirmado la soberanía nacional y, por primera vez, ha planteado para sí y para todos los pueblos de América, y para todos los pueblos del mundo, la reivindicación de los territorios injustamente ocupados por otras potencias. Es una revolución que tiene una política exterior independiente, que viene aquí a esta reunión de Estados Americanos, como uno más entre los latinoamericanos; que va a la reunión de los países no alineados como uno de sus miembros importantes y que se sienta en las deliberaciones con los países socialistas, y que éstos le consideran un país hermano. Es, pues, una revolución con características humanistas. Es solidaria con todos los pueblos oprimidos del mundo; solidaria, señor Presidente, porque también decía Martí: «Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre.» Y cada vez que una potencia imperial avasalla a un territorio, les está dando una bofetada a todos los habitantes de ese territorio. Por eso nosotros luchamos por la independencia de los países, luchamos por la reivindicación de los territorios ocupados. Apoyamos a Panamá, que tiene un pedazo de su territorio ocupado por los Estados Unidos. Llamamos Islas Malvinas, y no Falkland, a las del sur de Argentina, y llamamos Isla del Cisne a la que Estados Unidos arrebató a Honduras y desde donde nos está agrediendo por medios telegráficos y radiales. Luchamos constantemente aquí, en América, por la independencia de las Guayanas y de las Antillas Británicas, donde aceptamos el hecho de Belice independiente, porque Guatemala ya ha renunciado a su soberanía sobre ese pedazo de su territorio; y luchamos también en el África, en el Asia, en cualquier lugar del mundo donde el poderoso oprime al débil para que el débil alcance su independencia, su autodeterminación y su derecho a dirigirse como estado soberano.”
Los países más importantes de la región, Brasil y Argentina, estaban soportando presiones constantes de los militares, los cuales intentaban navegar en medio de la “Guerra Fría”. Con el fin de demostrar al mundo la autonomía política del gobierno del Brasil, el presidente Janio Cuadros, cursa una invitación oficial a Ernesto Guevara.
Mientras tanto, Jorge Carretoni, integrante de la delegación argentina y destacado militante del partido gobernante la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), enterado de la invitación brasilera, comienza a mover sus hilos diplomáticos para hacer lo mismo, a pesar de que la situación de Frondizi era sumamente precaria.
Ricardo Rojo uno de los amigos de los últimos años del Che, se traslada también a Punta del Este, para estar cerca de Guevara. En su libro “Mi amigo el Che”, Rojo nos cuenta lo sucedido en aquel encuentro: “Al poco de llegar, fui interceptado en un pasillo por un antiguo conocido que todavía pertenecía al Partido Radical Intransigente del presidente Frondizi, y que después de desempeñarse como diputado colaboraba con el gobierno en negociaciones especiales. Me pidió que le presentara a Guevara, rogándome que lo planteara en privado con él. Cuando trasmití a Guevara este pedido, quiso que le anticipara el interés real que podía encontrar en una entrevista como esa. Eran muchos los argentinos que se tropezaban en las antesalas para estrecharle la mano al Che. Le expliqué al solicitante que debería suministrar mayor información si quería ser atendido, y entonces me contestó:
–Realizo una misión confidencial por cuenta de Frondizi.
La entrevista tuvo lugar al día siguiente, en la habitación de Guevara, con la asistencia del gestor del presidente Frondizi, Jorge Carretoni, y yo. Fue durante largo rato una cordial conversación de amigos, con el mate en la mano, y una pava con agua caliente…”. Carretoni quedó muy impresionado con Guevara. El dirigente de la UCRI, que era parte de una corriente progresista dentro del partido, consideraba que la visita de Guevara podría darle una perspectiva más de izquierda a su gobierno, inclinado ostensiblemente hacia la derecha.
El propio Jorge Carretoni nos cuenta: “La idea de traer a Guevara nace de un intento por recuperar ciertos valores doctrinarios nuestros, queríamos colocar al gobierno en una actitud menos derechizante de la que lo habían colocado. Lo pensamos en su momento para meter una cuña entre Frondizi y Frigerio. Yo negocié las condiciones en las que vendría Guevara: burlar a los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, como sucedió, que ni Cuba ni el bloque soviético debían tener noticias del hecho, agenda abierta y garantías para entrar y salir de la Argentina.”
Informado Frondizi -por parte de Carretoni- de que Guevara había aceptado la invitación, comienza a dar las oportunas órdenes. La entrevista se debía realizar de forma discreta, secreta y con el máximo de garantías, ya que el ambiente militar estaba muy caldeado.

17 de agosto.

Aquel día el Presidente se comunicó con su grupo de seguridad personal, a eso de las once y media de la noche. La pregunta era si estaban en condiciones técnicas de darle seguridad física al Ministro de Industrias de Cuba. Frondizi le dijo a su guardia de seguridad personal:
–Él va a llegar a la Argentina en un aerotaxi a Don Torcuato, alrededor de las 8 o 9 de la mañana, preparen todo. A partir de ahora las órdenes las voy a dar por teléfono.
–A sus órdenes Señor Presidente – le responde su jefe de seguridad.
La orden oficial fue que se garantizara la seguridad del Ministro Ernesto Guevara por 24 horas, aunque los planes de ambos políticos era que la presencia del argentino cubano sólo duraría algunas horas. Su permanencia por más de 24 horas en el país, requeriría dar parte a la Policía Federal.
Las dos personas encargadas de escoltar a Guevara serían los Tenientes de Fragata de la custodia presidencial Emilio Filipich y Fernando García Parra.

18 de agosto de 1961

Ernesto Guevara, acompañado por el diplomático cubano Ajax Castro y el diputado Jorge Carrettoni parten en el Aerotaxi Bonanza del aeropuerto Ángel S. Adami del barrio de Melilla en las afueras de Montevideo.
El Teniente de Fragata Fernando García, uno de los encargados de su seguridad, refiere cómo fueron los preparativos para recibir a Guevara en las afueras de Buenos Aires: “nos fuimos a Don Torcuato, donde llegamos de noche. Hablamos con el jefe del aeropuerto que, por supuesto, quería saber a quién íbamos a buscar. Bueno, la respuesta fue “ahora, no le podemos decir… no le vamos a decir ahora a quién venimos a buscar, pero cuando llegue el avión usted se va a dar cuenta, primero, porque no estamos respondiendo y luego, comprenderá en ese instante.
Nos sentamos a tomar un café, pasó el tiempo y el avión se demoraba. Se hizo de día, y a eso de las nueve y media, diez menos cuarto… el avión no había llegado y dice “bueno, ¿ahora que hacemos?”. Llámalo al Doctor Frondizi -porque no había otro interlocutor en el medio-. Bueno, lo llama por teléfono y le dice:
–Doctor, no ha llegado el avión todavía. ¿Debemos seguir esperando?
El Dr. Frondizi responde:
–El avión va a venir; yo les aseguro que viene. Pero, si antes de las doce -no, antes de la una-, no está en la residencia, a la una y cuarenta cinco lo llevan a Casa de Gobierno.
A los pocos minutos llegó el avión y los escoltas se acercaron adonde había terminado su carreteo. Tras las presentaciones y saludos son invitados a subir a los autos. “La imagen, cuando baja el ministro Guevara del avión, su vestimenta era ropa de combate - nos relata Fernando García-. Cuando baja le informamos que el Presidente nos había designado para acompañarlo. Yo le dije que yo le iba a dar custodia personal, él venía con Ajax Castro, el ministro de Asuntos Latinoamericanos de Cuba. Como estábamos retrasados yo creo que fuimos como a 120, desde Don Torcuato hasta Olivos. Una menos cinco entramos, con lo cual estábamos en tiempo.”
Durante el viaje en coche lo acompañaba Fernando García. Pocos fueron los diálogos. Guevara miraba por la ventanilla los lugares que iban recorriendo. Muchos de aquellos paisajes urbanos le eran conocidos, desde muy niño. Según cuenta el periodista Hugo Ganbini al pasar por San Isidro, el Che quiso saber:
–¿Cómo anda el SIC?
El chofer sólo atinó a decir: — ¿Cómo anda quién, señor?
Guevara se dio cuenta entonces de que el rugby no era el fuerte de los tripulantes del auto y cambió de deporte:
–Quiero decir Rosario Central, ¿cómo anda...?

Guevara llega a Olivos.

El destino de la comitiva era la Quinta presidencial de Olivos, en el Partido de Vicente López. Los coches fueron avanzando por la avenida Libertador hasta llegar a la entrada principal de la Quinta. Los guardias de la entrada estaban atentos a la llegada de una visita importante. Después de recorrer varios metros, los coches se detienen frente a la histórica mansión, donde son saludados militarmente por los soldados que prestan la guardia y por el personal de protocolo. Así como Guevara entra en la residencia presidencial, sale el Presidente Arturo Frondizi a darle la bienvenida.
Fernando García está junto a Guevara. Relata cómo vivió aquel encuentro: “Se abren las puertas del escritorio, y Frondizi lo invita a pasar a Guevara y, detrás de él, fue Ajax Castro, el Ministro de Asuntos Latinoamericanos. Pero en el momento en que se propone entrar se cierran las puertas, y queda con nosotros, del otro lado el Ministro Guevara. Frondizi prefería que la reunión fuera totalmente a solas”.
Años después el propio Arturo Frondizi le cuenta a la periodista Emilia Menotti, su versión de la entrevista con Ernesto Guevara:
“Llevado a mi presencia, tuvimos una charla absolutamente a solas, que duró aproximadamente unos setenta minutos. Cuando abordamos el tema de la posibilidad de elaborar algún tipo de status de convivencia con Estados Unidos, me hizo notar que lo consideraba improbable por la resistencia de los grupos más duros del país del Norte; pero que, de todas maneras, si yo lo consideraba conveniente, explorara la posibilidad, pues él estaba de acuerdo en buscar, en la medida de lo posible, alguna salida al aislamiento. Si el statu quo entre los Estados Unidos se acordaba a través de la gestión de América latina, Cuba permanecería en el sistema interamericano. De lo contrario deberían los Estados Unidos negociarlo con la Unión Soviética, y Cuba integraría entonces el sistema del Pacto de Varsovia, como efectivamente sucedió. Mi interlocutor opinaba no obstante que el camino de América pasaría en algún momento por un enfrentamiento total con Estados Unidos. Creía que en pocos años América latina se transformaría en un gigantesco Vietnam. Nosotros expusimos nuestra tesis sobre la integración y el desarrollo. Guevara aparecía algo desencantado con respecto al curso de la revolución cubana, sobre todo porque descreía ya de las posibilidades de una industrialización acelerada por falta de medios de financiamiento. Cuando salió de la entrevista, en un comentario marginal que hizo en el reducido grupo de los que habían participado del trámite, confesó risueñamente que habían tenido que “encañonar” a los rusos para que les financiaran una acería con capacidad para 700.000 toneladas. Nunca más lo volví a ver. Pocos meses después yo sería derrocado; él encontraría la muerte, años más tarde, en la selva boliviana, empeñado en el estéril intento de “fabricar” una revolución en un medio que desconocía y ante un pueblo sufrido que, como todos los del mundo, aspira a su rendición pero para hacerla por sí mismo, con sus formas propias de participación y movilización.”
El periodista Hugo Gambini en su biografia "El Che Guevara” recuerda también la versión que Frondizi dio de aquella entrevista. "(...) Guevara me escuchó y accedió a examinar el problema sobre la base, que yo le propuse, de que Cuba no insistiera en querer exportar su revolución a otras naciones del hemisferio. Sin embargo me dio su opinión sobre América Latina afirmando que, aún sin influencia o injerencia cubana, la revolución era inevitable pues estaban cerrados los caminos de la evolución pacífica".
Al terminar la entrevista Frondizi se acerca a García y le indica:
–Teniente, usted me va a garantizar la salida de este señor del país. Va a contar con cinco minutos para ver a una tía, él le va a indicar dónde queda. ¿Comprendido? Lo llama al brigadier Rojas Silveira, y le dice que deje salir el avión. Que después va a ir todo el permiso judicial, de parte de él.
Ernesto Guevara ya había estado reunido con su familia y amigos en Punta del Este y solo le faltaba saludar a su tía María Luisa Guevara Linch, que estaba muy enferma y vivía en San Isidro.
A los pocos minutos de que Frondizi se retirara para trasladarse a la Casa Rosada, el Che se queda dialogando con los presentes. Fue en ese momento que se presentó la esposa del Dr. Frondizi, la señora Elena Faggionato y su hija, para saludar al visitante.
La mujer del presidente de forma amable y campechana le dice a Guevara:
–Comandante, ¿usted comió?
Guevara no pudo ocultar su apetito:
–La verdad, señora, que apenas tomé unos mates a las seis de la mañana, antes de salir para acá.
El Che miró al resto de la comitiva intentando aseverar su respuesta. Mientras tanto Elena Faggionato continúa con su invitación:
–¿Y no quiere que le haga preparar un churrasco bien jugoso? Es que los quería invitar a comer algo, por la hora que es. Supongo que tendrán hambre.
Ella le pregunta si tendrían algunos problemas en retrasarse unos minutos. Guevara le contesta, después de pensar unos segundos:
–En realidad ya no sé, me parece que a todos lados donde vamos, trae algún problema.
Mientras Elena le responde:
–¡No! ¡esto no! Comer no trae problemas. Les voy enviar a preparar un almuerzo informal. Un bife, una ensalada y una fruta… por la hora.
El Che con cara de satisfacción y agradecimiento le dice.
–Bueno, ¿quién le dice que no a un pedazo de carne argentina?
El propio García refiere: “Así que, nos quedamos a almorzar. Después de hablar durante un rato nos invitaron a pasar al comedor. Durante la comida Guevara nos habló sobre el desarrollo de China.”
García aprovechó para contarle su visita a Cuba en su viaje de instrucción como cadete, su visita a Tropicana y le pregunto por las carreras de galgos, que se corrían en Cuba. La comida fue muy amena, con anécdotas que suscitaron las risas de los comensales. Guevara comía con placer elogiando el bife de chorizo. A los pocos minutos la comitiva salió de Olivos para visitar a su tía María Luisa Guevara Linch. En el coche, ya distendido y de forma amena, les comentaba a los acompañantes:
–Como ha progresado esto. Acá es donde tomaba el colectivo para ir al SIC.
Las siglas mencionadas eran de su equipo de rugby San Isidro Club. Luego hizo referencia a que este deporte le servía como terapia para su asma.
En medio de la conversación preguntó si le daría tiempo para llegar a la casa de su tía María Luisa, contestándole García:
–Por supuesto, pero me tiene que decir dónde queda.
–Acá, a tres cuadras en la calle Gelly y Obes.
Al doblar en la calle señalada expresa con gesto de reconocer el lugar:
–¡Es por acá!
El Che había vivido en aquel barrio durante algún tiempo en la calle Leandro N. Alem. Fue cuando su familia se trasladó desde la provincia de Misiones a Buenos Aires. Por ese entonces don Ernesto pone en sociedad con Germán Frers un astillero en la localidad de San Fernando. La empresa quedaba muy cerca de San Isidro, donde vivía su hermana María Luisa con su marido Martínez Castro. El propio Don Ernesto Guevara nos cuenta esta etapa:”…Para mayor comodidad alquilé una pequeña casa a mi cuñado Martínez Castro. Los fondos de mi casa daban a los fondos de su casa, a la que se consideraba como una reliquia colonial, donde había un frondoso parque. Nosotros teníamos la ventaja de poder usar como nuestro ese gran jardín arbolado donde diariamente jugaban mis hijos en compañía de otros chicos, y donde bajo un gigantesco pino jugaba todos los días Ernestito, a quien cuidaba Carmen Arias…”
En los minutos que tardó en llegar el Ministro Guevara a la casa de la tía, por su memoria habrán pasado muchos recuerdos de su infancia: Las tardes bañándose en el rio de la Plata con su madre, el inicio de su asma crónica…
Al llegar a la casona, Guevara se bajó con los acompañantes. Era una casa antigua, - nos comenta Fernando García- una casa al frente, con rejas. La entrada de la casa estaba detrás de la reja. Tenía un jardín bastante grande, es decir, un parque. En el mismo había un jardinero. Era un hombre delgado, canoso, medio barba, apoyado en una guadaña. Al ver a Ernesto quedó asombrado. El Che entra y abre la puerta. Mira hacia adentro y dice:
–Sí, sí, es acá.
García le responde:
–¿Por qué no tocamos timbre?
Guevara sin dudar dice:
–No, no, no, es acá, es acá.
Y se metió en la casa, sin esperar.
La casa era alargada, de esas antiguas tipo chorizo, con las habitaciones a los costados y el hall cerrado. Al escuchar las voces salió su tío Martínez Castro, caminando lentamente. Al verlo exclamó:
–Uy Ernestito…! –Y se abrazaron con emoción.
Juntos caminaron, hasta llegar a la habitación de la tía. Cuentan los testigos presenciales que entró, la saludó, se besaron y recordaron viejas épocas y situaciones familiares. Ernesto le preguntó por su salud. Inclusive le hizo alguna broma diciéndole que el único problema que tenía eran los años.
Con voz casi quebrada Guevara se despide de su tía:
–Bueno tía, me alegro de haberla visto. Ha sido lo mejor de mi visita.
Se abrazaron largamente, se besaron y salió de la habitación.
Al salir, su tío Martín Martínez Castro, quien fuera el presidente del San Isidro Club. SIC famoso equipo de rugbi de San Isidro le recuerda:
–Ernestito, ¿te acordás de esta habitación? Acá es donde vos dormías con tu hermano. Jugaban….
En el camino hacia la puerta, Guevara se despide muy emocionado:
–Bueno tío yo creo que esta es la última vez que nos vamos a ver. No creo que tenga posibilidad de volver a la Argentina, pero la he pasado muy bien… fue una gran alegría haberte visto.
Los dos se abrazaron. Los presentes recuerdan que cayeron algunas lágrimas.Para romper la emoción, el Che, haciendo esfuerzos con su voz quebrada, dio órdenes de partir. La comitiva se subió a los dos autos y tomaron rumbo para Don Torcuato. En el camino, después de algunos minutos de silencio, Guevara comentó que su tía no estaba tan mal como había pensado, que tenía los achaques lógicos de su edad.
Al llegar al aeropuerto el piloto esperaba a la comitiva. Tanto García comoEmilio Filipich lo acompañaron hasta el pie del avión. Guevara tuvo palabras de agradecimientos para sus dos custodios. Pocos minutos después atravesaban el Rio de la Plata. Sería la última vez que pisaría territorio argentino. En Uruguay lo estaba esperaba el avión cubano que lo trasladaría a Brasil para entrevistarse con el presidente Janio Cuadros.
El presidente Arturo Frondizi fue desplazado del gobierno por un golpe de Estado poco tiempo después, el 29 de marzo de 1962.

Lois Pérez Leira

Bibliografía Consultada.

Menotti Emilia, Testimonio de Arturo Frondizi. Editorial Planeta, Buenos Aires, 1998.
Barcelona Eduardo, Detengan al Che. Editorial Caras y Caretas. Buenos Aires, 2009.
Anderson, Jon Lee (1997). Che Guevara. Una vida revolucionaria. Barcelona: Anagrama.
Castañeda, Jorge G. (1997). Compañero: vida y muerte del Che Guevara. Buenos Aires. Espasa.
Constenla, Julia (2006). Che Guevara. La vida en juego. Buenos Aires: Edhesa.
Guevara Lynch, Ernesto (1988). Mi hijo el "Che". La Habana: Ed. Arte y Literatura.
Taibo II, Paco Ignacio (1996). Ernesto Guevara, también conocido como el Che. México, Planeta/Joaquín Mortiz.
Rojo Ricardo, Mi amigo el Che. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1996.