domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Por qué Raúl Castro no recibió al Ministro García-Margallo?




El Ministro de Asuntos Exteriores de España José Manuel García-Margallo no fue recibido por el Presidente Raúl Castro, lo que ha sido calificado por los grandes medios españoles como “plantón” o “desplante”. Algunos buscaban retorcidas explicaciones, como el canal Antena 3: “El motivo del desplante tendría su origen en la conferencia pronunciada el día anterior, en la que Margallo hizo un detallado recorrido por la transición española y dijo que se podía aplicar a Cuba, aunque no citó a la Isla directamente”. ¿Es esto cierto? Edición: Esther Jávega.

Santiago de Cuba 500 aniversario




Santiago de Cuba en imágenes de su gente, su patrimonio y su cultura celebrando el 500 aniversario de la fundación de la Villa.

Dos fotos poco conocidas de Fidel


Un lector de Cubadebate José Antonio Buergo, trabajador del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), en Mayabeque, nos hizo llegar dos fotos poco conocidas de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que hoy obsequiamos a todos nuestros seguidores.




A su paso en la caravana de la libertad, Fidel se detiene en el poblado de Catalina de Güines y en una improvisada tribuna sobre el estribo del auto habla a los presentes. La instantánea se atribuye a un güinero de apellido Rivas, aficionado a la fotografía.



Fidel en práctica de tiro probando una ametralladora de trípode sostenida en las manos. La foto estaba dentro de un cuarto que sirvió de laboratorio fotográfico en el CENSA. Autor desconocido.

Baja moral en Radio y TV Martí, asegura informe del Gobierno de EEUU




Un nuevo informe del gobierno de los EEUU revela que Radio y TV Martí padecen de “baja moral”, “falta de transparencia, de rigor administrativo”, “fallas de seguridad” y un “caso de robo de propiedad”.

El Informe, publicado por el periodista Tracey Eaton en su blog Along the Malecon, está fechado en julio de este 2014, posee 34 páginas de críticas a este proyecto y está firmado por un equipo de inspectores encabezados por John M. Jones, de la Oficina del Inspector General, quien realizó una auditoría a la Oficina de Transmisiones para Cuba (Office of Cuba Broadcasting, OCB) del gobierno estadounidense, entre el 11 de septiembre y el 20 de noviembre de 2013, y que incluyó las oficinas de la OCB en Washington y la Florida.
La investigación asegura que la OCB “se ha comprometido con una campaña agresiva para distribuir el contenido de la programación semanal de televisión a través de la radiodifusión, internet, e incluso de mano-a-mano, utilizando para ello discos de vídeo digital (DVD) y dispositivos de memoria flash.”
De acuerdo con el documento original, Radio TV Martí revelaron, entre otras irregularidades, de:
Baja moral.
Falta de transparencia en la toma de decisiones.
Falta de rigor administrativo.
Fallas de seguridad.
Preocupaciones por la gestión del director, Carlos García Pérez, “que ha afectado negativamente a las operaciones” de Radio y TV Martí.
El reporte añade que Radio y TV Martí han estado enviando a Cuba un promedio de 1 000 DVDs semanales con la programación de estas emisiones ilegales, a lo que se une la distribución quincenal de un Boletín electrónico titulado “El Pitirre”, enviado a más de 75,000 direcciones de correo electrónico.
También se menciona la existencia de la red social “Piramideo”, que es ilegal en la Isla.
Según el informe, los administradores de la OCB sugieren que podrían reorientar muchos de sus recursos de Miami a La Habana, si el gobierno cubano les permite operar en la Isla en algún momento en el futuro. Afirma que “los programas de televisión han prestado más atención a los gráficos y al estilo de presentación (en los EEUU) para proporcionar un mayor contraste con los medios estatales cubanos, que todavía utilizan tecnología obsoleta”.
Afirma Along the Malecon, que las páginas que se ocupan de los problemas de seguridad han sido profusamente censuradas.

Algunos detalles del informe

Según el Informe muchos empleados de Radio Martí han expresado temor a represalias por parte de la administración si expresan su inquietudes. Por esta razón aseguran que resultados deben considerar el factor “miedo a expresarse” entre los trabajadores de la emisora.
En el documento también existe un epígrafe dedicado a verificar el estado de la relación de Radio y TV Martí de la OCB con otras instituciones federales como la USAID, el Departamento de Defensa, el Comando Sur y la Oficina de Intereses de EEUU en La Habana. En todos los casos las relaciones son consideradas “buenas” o “apropiadas”.
La comisión de inspectores también revisó las cuentas de Radio TV Martí. Recomendó atención sobre los vendedores y la eliminación de transacciones “encubiertas”; y también detectó irregularidades en los gastos por viajes ( los viáticos, “dietas” o asignaciones), que se embolsillan fundamentalmente sus directivos. El Informe muestra además preocupación por la falta de control sobre la dotación tecnológica, y refiere algunos incidentes específicos como la pérdida de un equipo con un precio de más de 25 mil dólares.
A pesar de que muchas de estas irregularidades no son nuevas para los inspectores, el informe asegura que la OCB mantiene un alto presupuesto y
…hoy produce más contenido que cualquier otro servicio de idiomas de la Junta de Gobernadores para las Transmisiones de Estados Unidos (Broadcasting Board of Governors, BBG) -la agencia federal del gobierno de los EE.UU encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del gobierno federal, a la que se subordina la Oficina de Transmisiones para Cuba-. Emite una programación de televisión y radio las 24 horas del día y ejecuta una operación en los medios digitales de 18 horas al día. En concreto, la programación de TV Martí incluye 4,5 horas de noticieros diarios, así como programas sobre asuntos públicos, cultura, música, deportes y entretenimiento.
En el 2013, OCB estableció varias redes de “periodistas independientes” que están proporcionando informes imparciales desde Cuba (sic).
Radio Martí transmite en onda media y onda corta. También difunde vía satélite y a través de una estación de televisión privada del sur de Florida. Ambas transmisiones pueden verse en Cuba (sic). En el momento de la inspección, la OCB estaba probando la colocación de su programación en una emisora de FM de Key West.
Reconoce, entre otras, las líneas estratégicas que han seguido y mantendrán en los próximos cinco años en sus versiones digitales:
aprovechar oportunidades de crecimiento del tráfico en la web (un promedio de 180 000 visitas al mes), con participación del público más joven a través de iniciativas digitales;
vínculo con personajes afines a Washington como Yoani Sánchez, Berta Soler, Antonio Rodiles, Eliécer Ávila, Guillermo Fariñas y otros;
elevar y ampliar la innovación de los Medios de Comunicación Social;
emplear técnicas de comunicación y tecnología de vanguardia;
impulsar la formación de jóvenes en el escenario digital.
La fondos que la OCB recibió del gobierno de los EEUU, para el año fiscal 2014, se estiman en 23,8 millones dólares. En diciembre de 2013, la OCB tenía 111 empleados contratados directamente a tiempo completo, complementados con 83 vendedores de órdenes de compra y periodistas free-lancer, afirma el informe.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Guillermo Fariñas: ¿El fin de su negocio?




Basado en un texto de Arthur González – Blog “Heraldo Cubano”.- Si Estados Unidos normalizara sus relaciones con Cuba, muchas de sus empresas ganarían millones de dólares por ventas e importaciones de productos y servicios de ambos países.
Edición: Ivana Belén Ruiz Estramil.

85 médicos emigran de España cada semana. Pero si 15 lo hacen de Cuba `huyen en masa´




Eugenio Martínez, Embajador de Cuba en España, en una carta dirigida al diario ABC, expresaba su “sorpresa” por convertir en “noticia de gran destaque” el reportaje titulado “Los médicos enviados por Cuba a Venezuela huyen en masa a EEUU”, cuando en España “3.400 médicos han pedido ya este año el certificado para emigrar”. Lo que serían 85 cada semana, seis veces más que los supuestos 15 médicos cubanos que –según el ABC- “huyen en masa a EEUU”. Edición: Esther Jávega.

Cuba ante el Ébola, fuera de El Mundo




Doy mi Voto por la pronta recuperación del Compatriota, el Doctor Félix Báez Sarría, y denuncio ante la opinión pública la nueva Ignominia del periódico español

Leí el trabajo Ébola: Jaque, y casi mate, aparecido hoy 19 de Noviembre en el periódico madrileño El Mundo firmado por Luis Encinas, un enfermero de Médicos Sin Fronteras (MSF) que ha estado en varias ocasiones en países afectados por el último brote de este padecimiento. Y desde ya, le adelanto a mis lectores/as que sentí todo un Reconocimiento por la altruista institución en la que milita el enfermero en cuestión y, simultáneamente, una enorme pena me embargó por el ¿desconocimiento? del firmante y el rotativo que le amparó. Aquí van algunos detalles al respecto.
Con datos muy reveladores de por dónde anda y hasta qué punto pudiera llegar la tragedia que amenaza con crece a la Humanidad, en el ese trabajo se precisan elementos que develan a las claras la ¿ignorancia? acerca del papel de la Mayor de las Antillas en este asunto. Así, usted puede encontrar que el Sr. Encinas escribe:
“La evolución de la epidemia comienza a alcanzar una velocidad que nos deja atrás a todos: el número de casos comienza a duplicarse o triplicarse cada tres o cuatro semanas. Médicos Sin Fronteras advierte de que está llegando al límite de sus capacidades, que el problema está adquiriendo una magnitud tan grande que todos sus esfuerzos, que son muchos, se están quedando cortos. Avisa por primera vez a la comunidad internacional de que hay que reaccionar rápido [estas negritas son mías —¿y la advertencia de Cuba?] si no queremos que la cosa se nos vaya de las manos y las víctimas en el seno del personal médico local son cada vez más. La situación está tan descontrolada que los epidemiólogos ya no tienen tiempo de actualizar las cifras diarias de muertos. Máxima velocidad, avalancha sin piedad. Implosión perfecta”.
En otro párrafo, complementa la idea anterior:
“Aquí y allá, mencionamos tímidamente el aumento de la ayuda por parte de los países occidentales [estas negritas son mías —Cuba, ajena al tema]. Sin embargo, las necesidades básicas que se necesitan de manera inmediata sobre el terreno siguen sin cubrirse:personal sanitario, medicinas, y hospitales para los pacientes de ébola, pero también para atender a aquellos que sufren enfermedades crónicas y que se han quedado sin posibilidad de ser tratados. La gente sigue muriendo en sus casas, abandonados a su triste suerte. Las infecciones respiratorias, los partos con complicaciones y la malaria se convierten en mortales si no hay hospitales, personal o medicamentos”.
Estas ¿omisiones? sobre el desinteresado protagonismo que ante la terrible enfermedad está desempeñado nuestro Caimán Verde, me conducen a reiterar lo que redacté en Cuba ante el Ébola, un divorcio de la migajaa partir de la realidad que testifica que nuestra nación convocóalosgobiernosyministrosdesalud pública de todos los países a sumarse a la lucha contra esta dolencia, en Ginebra, Suiza, el 12 de Septiembre último. Puntualmente, manifesté:
“Otros datos revelan que Cuba está presente hoy en 66 países con 50 731 cooperantes, de los cuales el 64,6 por ciento son mujeres y 25 412 médicos; que como resultado de todos estos años de solidaridad y cooperación, se han cumplido 595 482 misiones en 158 países, con la participación de 325 710 trabajadores de la salud, muchos de ellos con dos, tres y más misiones; y que durante estos años de cooperación se han realizado más de 1 207 millones de consultas médicas, más de 2 280 000 partos, 8 millones de intervenciones quirúrgicas y más de 12 millones de niños y embarazadas han sido inmunizados.
“Es decir, nuestra participación en el enfrentamiento al Ébola en África occidental no es un hecho aislado, sino que forma parte de la ayuda y solidaridad que hemos brindado en estos 55 años de Revolución en sectores como la educación, el deporte, la cultura, las ciencias y de manera particular en el sector de la salud, bajo el principio de no dar lo que nos sobra, sino de compartir lo que tenemos. He aquí el elemento decisivo”, “sin estar transitando por avenidas anchas —verbigracias, el Odio Made in USA”.
También, los “oídos sordos” de El Mundo y su firmante de ocasión me llevan a significar otra vez la actitud de su par madrileño EL PAÍS, el mismo que en múltiples ocasiones ha tratado de opacar el prestigio de nuestra Revolución y, sin embargo, divulgó el título Cuba se coloca a la vanguardia en la lucha contra el ébola y certeros comentarios —a contrapelo de que no tardó en ¿volver? a la mala fe.
No obstante, pienso que la Desvergüenza de El Mundo alcanzó ribetes mayúsculos frente a la noticia que circula desde un día antes (18 de Noviembre) de que ese periódico diera luz a Ébola: Jaque, y casi mate, a saber:

Enferma de Ébola médico cubano en Sierra Leona. Su salud, estable

El 16 de noviembre, el Doctor Félix Báez Sarría, especialista en Medicina Interna, miembro de la Brigada del Contingente Internacional “Henry Reeve” que se encuentra en Sierra Leona en el enfrentamiento a la epidemia de Ébola, y que ya había atendido a pacientes con este virus, comenzó a presentar fiebre de 38 y 39 grados, sin otros síntomas.
Inmediatamente fue trasladado al Centro de Tratamiento para el Ébola “Kerry Town” en la capital, designado para tratar funcionarios de Naciones Unidas, donde también laboran profesionales cubanos.
El pasado día 17 de noviembre se le realiza prueba diagnóstica de Ébola, la que resultó positiva. Nuestro colaborador está siendo atendido por un equipo de profesionales británicos, con experiencia en el tratamiento a pacientes que han presentado la enfermedad, los cuales mantienen comunicación permanente con especialistas de nuestra Brigada.
A propuesta de la Organización Mundial de la Salud se ha decidido trasladar al Dr. Félix Báez Sarría hacia el hospital universitario de Ginebra en Suiza al ser este un centro especializado con experiencia en el tratamiento y manejo de casos infecciosos de alta transmisibilidad.
Expertos y directivos, mantienen el seguimiento a la evolución del paciente, quien hasta el momento se encuentra sin complicaciones y hemodinámicamente estable.

Ministerio de Salud Pública de Cuba.

Por tanto —al tiempo que subrayo la nota para acallar la Infamiade El Nuevo Herlad que insinuó que la Isla pudieran dejar abandonados a sus Hijas e Hijos que combaten a la enfermedad de marras—, unido a nuestro pueblo doy mi Voto por la pronta recuperación del Compatriota, el Doctor Félix Báez Sarría, y denuncio ante la opinión pública la nueva Ignominia de El Mundo de cara al Reconocimiento Internacional a la Fraternidad de Cuba manifestada una vez más ante el caso Ébola.

Noel Manzanares Blanco

sábado, 22 de noviembre de 2014

Cuba libre




Activista por los derechos Lgbti, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba, diputada en la Asamblea Nacional, hija del presidente Raúl Castro y sobrina de la leyenda Fidel, en realidad alcanza un solo concepto para presentar a Mariela Castro Espín: militante revolucionaria del siglo XXI. Soy la entrevistó en el marco de la XXVII Conferencia Mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA) para evaluar las disputas ideológicas libradas, las que están en construcción y las que se vienen.

Su perfil militante se espeja sin distorsiones cuando uno la tiene frente a frente: es cálida y accesible, ávida por conocer otras experiencias y siempre lista para discutir sobre política. No se inquieta frente a las preguntas más críticas y contesta apasionada. En la reunión anual de ILGA, en la Ciudad de México, 500 representantes de la militancia global llamaron a “descolonizar los cuerpos”, una premisa que Latinoamérica debatió sin disociarla de la necesidad más amplia de “descolonizar los pueblos”. La preocupación no se concentró solamente en la franja del mapa que suele aparecer en el foco mediático, de Africa a Rusia, sino también en la violencia en países “centrales” de Europa y en algunos estados de EE.UU. No faltaron los trapitos sucios para lavar en la azotea de la propia casa: intersex y bisexuales interpelaron a la llamada “hegemonía gay”, al igual que en su momento lo hicieran con toda precisión lesbianas y trans.
La conferencia consensuó un documento que reclamó Verdad y Justicia por los estudiantes secuestrados en Guerrero y hubo un repudio estruendoso a la administración Peña Nieto. A su vez –por iniciativa argentina– se condenó el “bloqueo genocida” de EE.UU. sobre Cuba, con adhesiones que incluyeron a activistas estadounidenses presentes.
El tono político de la conferencia fue anunciado el primer día por Castro Espín, cuya presentación de apertura en el foro parlamentario junto a autoridades latinoamericanas, asiáticas y europeas permitió insertar la discusión Lgbti en el marco de las luchas por la justicia social de los pueblos de nuestro continente. No se trata ni debe tratarse de una lucha aislada.
Reconociéndose como continuadora de las luchas de otras referencias militantes (entre ellas su propia madre), impulsó el debate para la construcción de un nuevo paradigma en derechos Lgbti en el seno del Partido Comunista, la llave maestra que abre todas las puertas en Cuba, pues lo que allí se define luego se vuelve política pública nacional.
“Se han visto muchos cambios en la sociedad cubana en estos 50 años, desde un paradigma emancipador del ser humano. Trabajar por los derechos Lgbti era una asignatura pendiente de la política social cubana: la justicia social debe abarcar todas las temáticas.”

Miserias del hombre nuevo

En Cuba en los años ’60, entre otros oprobios, se destinó a homosexuales a instalaciones de “reeducación” similares a campos de trabajo. Un caso emblemático fue la opresión que soportó, hasta que no soportó más, el escritor Reinaldo Arenas, reflejado en su autobiografía Antes que anochezca, que Hollywood no se privó de evocar como un festín, pero
el Hombre Nuevo nació arrastrando viejas concepciones y la segregación por orientación sexual no estuvo ajena. Muchos años después, el gobierno revolucionario pidió perdón y rectificó sus políticas. Ya en 1995, en la conferencia mundial sobre la mujer celebrada en Beijing, la delegación cubana fue la única de toda América latina en defender todas las referencias contra la discriminación por orientación sexual.
Hoy, Castro Espín es la cara visible del paradigma de pleno respeto a la diversidad sexual que construye Cuba.
¿Qué autocrítica hacés sobre la ferocidad con que Cuba trató a los homosexuales? Por ejemplo, las escuelas de reeducación...
–Autocrítica no puedo hacer porque yo no he tenido nada que ver. Sí hago una valoración crítica. Esas escuelas funcionaron poco más de tres años, entre el ’65 y el ’69. En Cuba, en 1959 triunfó un proceso revolucionario que provocó cambios radicales en nuestra sociedad, en nuestra economía y en nuestras conciencias, la generación de nuestros padres fue la más sacrificada en este proceso: mi propia generación ha hecho sacrificios importantes en su participación en los cambios revolucionarios y las nuevas generaciones están incorporándose también, con su propio lenguaje. No bastó el proceso revolucionario para cambiar todos los esquemas previos. En el mundo se reproducían y se siguen reproduciendo miradas que conducen a inequidades y a discriminación. Despojarse de todos esos esquemas de pensamiento no es tan sencillo. En el salto cualitativo que dio la Revolución a una nueva sociedad, son los mismos seres humanos procedentes de distintas partes los que reproducen los esquemas que habían aprendido. En los años ’60, ’70, ’80 hubo expresiones homofóbicas y transfóbicas muy fuertes, mientras la mayoría de las discriminaciones, el racismo, la misoginia, se iban superando.
¿Se está revisando ese pasado? ¿Te parece que sirve hacerlo?
–Estamos haciendo una investigación sobre la homofobia en las unidades militares que revela que en aquellos años lo verdaderamente homofóbico era el procedimiento de reclutamiento al servicio. Se segregaba a grupos de homosexuales, a grupos religiosos y otros grupos que eran identificados en forma peyorativa. Hubo un momento en el que también se opinó que los homosexuales no podían ser maestros, porque transmitían “el mal ejemplo”. Eso para mí fue lo peor que pasó, peor que las unidades militares que a los tres años de creadas se cerraron. Queremos recoger toda esa historia, ponerla sobre la mesa y crear los mecanismos para que nunca más se discrimine, ya sea por ignorancia u otro motivo. Tampoco se le puede pedir más a la Revolución Cubana en un contexto en el que las ciencias médicas patologizaban la homosexualidad. El mundo entero era homofóbico. Y todavía hoy desde la medicina patologizan a las personas travestis y transexuales. No se le podía pedir en aquella época a la Revolución Cubana que fuera más extraordinaria de lo que fue. Quien cree en un proceso de búsqueda de justicia, espera de la revolución que sea perfecta.
¿Cuba sigue siendo homofóbica?
–Alguna vez dije que era una homofobia blanda, no violenta. No existen crímenes de odio, pero se da un tipo verbal contra los homosexuales, contra las mujeres. Existen ciertos lugares donde vemos homosexuales con una personalidad tremenda y se imponen, pero existen otros que necesitan ayuda, porque no tienen esa personalidad y los aplastan con una mirada. Yo he escuchado cuando alguno ha querido entrar al Partido, pero dicen: “Ese no tiene condiciones”. Entonces existen personas que se toman prerrogativas que no están escritas, pero se las toman, porque son culturales. Y como no se ha hablado lo suficiente y aún no se desarticulan esas ideas, prejuicios y la mala onda, estamos tratando de que se hable en distintos espacios, académicos, culturales, artísticos y de los medios.
En ILGA contaste lo mucho que cuesta concretar los cambios y cómo, siempre que se quiere avanzar en ampliaciones de derechos, se erigen resistencias. ¿Cuáles fueron las claves y los desafíos para poder avanzar en la agenda Lgbti en Cuba?
–Las claves pasan por haber creado un programa nacional de educación y salud sexual, haber introducido el enfoque de género en el campo académico a fines de los ’80, principios de los ’90. Después, identificar que había que generar experiencias valiosas, pero sostenibles. Muchas veces se crean buenas propuestas, pero que luego no pueden sostenerse en el tiempo.
¿Por ejemplo?
–Trabajar en estrategias de educación permanente que favorezcan las actualizaciones, acompañadas por campañas de bien público sobre temáticas específicas. Estudiar, enseñar, aprender. Cuando asumo en el Cenesex, en 2000, un grupo de transgéneros me pide ayuda y entonces empiezo a estudiar sobre el tema, porque considero que, si no, no las puedo ayudar. Sus demandas en ese momento eran el acceso a una cirugía de reasignación sexual, el cambio en el documento y que la policía dejara de molestarlas. Yo les digo que tengo que estudiar el tema y les digo que trabajemos en conjunto para poder hacer una estrategia y que busque un cambio en el conjunto de la población. Ahí empezamos a trabajar una estrategia de atención integral que contemplara más ampliamente la integración social. Formar a las transexuales como activistas ha sido uno de los elementos clave del programa. La investigación científica ha sido otro elemento clave para dar insumos a las propuestas de decisión. El intercambio con otras organizaciones a nivel regional y mundial también. Otro factor ha sido la intersectorialidad en el trabajo, que participen distintas organizaciones de la sociedad civil junto al Estado.
Haber empezado a celebrar el día internacional contra la homofobia en 2007 ha sido otro factor fundamental.
–Desde ese momento comenzó un diálogo más generalizado sobre estas temáticas, en el que todo el mundo se sintió convocado. Y empezó a aparecer el tema en la televisión. Las novelas brasileñas ayudaron mucho al presentar entre sus personajes parejas gays felices, parejas lesbianas felices.
Escapar al signo trágico como único desenlace...
–¡Exactamente! ¿Por qué siempre terminaban muriendo las parejas? Ahora la televisión nacional está intentando replicar el modelo de lo que muestran las novelas brasileñas, todavía sin la misma calidad.
¿Hubo alianzas estratégicas?
–Las primeras alianzas estratégicas fueron con la Federación de Mujeres Cubanas y el Ministerio de Salud. Después se fue involucrando al Ministerio de Educación y a la Unión de Jóvenes Comunistas para introducir nuevos elementos desde lo ideológico, un proceso no exento de complejidades, pero eso no quiere decir que no se pueda.
¿Cómo surge la idea del Cenesex?
–Para implementar las ideas que se iban discutiendo en 1989 en estas alianzas que te cuento. En el Partido Comunista fue muy duro entender estos temas, llevó mucho tiempo, pero había que discutirlo allí.
¿Por qué?
–Porque el Partido Comunista es el que te abre y te cierra los caminos, diría yo, atrevidamente. Como militante del Partido, a mi mamá (Vilma Espín Guillois, ex presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas) le costó introducir estos temas entre los camaradas. Me dirás que reconocer estos derechos es simplemente justicia, pero mientras no se entendió, se siguieron reproduciendo desigualdades lamentablemente, en una revolución que todos queríamos que fuese perfecta. Mi papá mismo lo cuenta: “Nosotros no lo entendíamos”. Me he encontrado hombres del Partido, de más de 80 años, que me han dicho: “Tu mamá me ha educado, ella me ha ayudado a entender”. Me da mucha ternura y me da tranquilidad que tengan la honestidad de decírmelo.
¿Qué impacto tuvo la conferencia del PC de 2012?
–Eso fue esencial. Ahí me sentí con la satisfacción de que no habíamos estado arando en el mar. Siempre estamos viendo qué vamos a hacer y cómo lo vamos a comunicar para que haya menos resistencias, para que se comprenda bien. En todo este proceso fueron fundamentales la capacitación y las herramientas teórico-metodológicas del pensamiento marxista, y esa lucha contra la discriminación es lo que se plasmó en esa primera conferencia del Partido Comunista de Cuba, cuyas resoluciones luego serían trasladadas a la política del país. Los grupos LGBT que formamos en todo el país aportaron a la discusión sobre los nuevos elementos de las estrategias económicas y sociales del Partido, que serían llevadas a la política del país y aportaron su visión desde su lugar de sujetos de derecho, como lo hicieron las mujeres en su momento. Eso me dio mucha satisfacción. No hay nada más parecido al socialismo que cambiar las conciencias, transformar la cultura, en un proceso que conduzca a la emancipación verdadera de los seres humanos. Estamos aportando un granito de arena a ese camino.
¿Los más grandes logros?
–Por primera vez en la historia de la Revolución se aprobó un artículo que insta explícitamente a luchar contra toda forma de discriminación, incluyendo entre todos los puntos la discriminación por orientación sexual. Hubo gente un poco prepotente que decía por qué se incluyen las distintas categorías. Les dijimos que si no se introduce el concepto identidad de género, se deja afuera a un montón de personas en sus necesidades. No logramos que en el documento final al que se llegó eso quedara, pero se instaló como recomendación que se incluyera también en la política la identidad de género. Ahora, como no salió esta cuestión en el reciente código de trabajo que se aprobó, estamos discutiendo en el Partido y en la asamblea que entonces tiene que salir la ley de identidad de género. Lo venimos discutiendo desde hace muchos años, y por suerte ya tenemos la referencia de Argentina.
Recientemente manifestaste que la inspiración para el proyecto de ley de identidad de género en Cuba es el modelo argentino, y que buscarán hacer una norma “igual o incluso mejor”. ¿Cómo será?
–Mira, no sé cómo lo haremos porque superar a Argentina está difícil... Vamos a tratar de lograrlo en el nuevo plan legislativo. En Argentina, las organizaciones han luchado duro y parejo, para mí es un ejemplo. Y hay que reconocer el apoyo político de Cristina Fernández de Kirchner y de otras fuerzas políticas. También hubo avances en Uruguay, en el Distrito Federal de México... Me da mucho orgullo como latinoamericana.
En 2012, Adela Hernández se convirtió en la primera mujer transexual cubana en ser elegida como funcionaria. Pasó de vivir sucesivas encarcelaciones durante los años ’80, por “peligrosidad social”, a ganar las elecciones en su pueblo, Caibarién. ¿Cómo ha sido el proceso que llevó a una persona trans a ocupar un cargo público?
–Eso fue maravilloso, nos sorprendió a todos. Mi interpretación es que el pueblo cubano a la hora de hacer valer sus derechos es capaz de dejar atrás todo tipo de prejuicio. La comunidad encontró en ella, Adela, una activista de base, la persona ideal para representarla a nivel de gobierno del municipio, lo que sería el equivalente a una concejal en Argentina. Eso fue una respuesta a quienes dicen que el pueblo cubano no está preparado todavía para estos cambios.

Diana Sacayán y Diego Bocchio

Artemisa




Raúl Torres

Cuando yo nací, en Cuba había seis provincias y, para evocarlo, se cantaba aquello de “Seis lindas cubanas”. Unos años después del triunfo revolucionario, aquellas seis se convirtieron en catorce. Se fragmentaron sobre todo los extensos territorios del oriente de Cuba, donde había muchos latifundios, para facilitar su administración. De aquella nueva partición, resultó que la pequeña provincia de La Habana se convirtió en dos: Ciudad de La Habana, que comprende el área capitalina y sus alrededores, y La Habana. Después La Habana, popularmente conocida como Provincia Habana, volvió a partirse en dos, dando lugar a las nuevas provincias de Mayabeque y Artemisa. En la cabecera de esta última, anoche, fue el concierto número 60 de la gira interminable.
Cuando yo nací, Artemisa era la ciudad más oriental de la provincia de Pinar del Río. Tiene el mérito de ser la ciudad de Cuba que contribuyó con más jóvenes patriotas al asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, fecha que dio nombre al Movimiento 26 de julio, que luego de una lucha de casi seis años derrocó la tiranía batistiana, el 1º de enero de 1959.
Hoy mi ciudad natal, San Antonio de los Baños, que siempre fue habanera, es parte de la provincia de Artemisa. Por eso, además de arigüanabense (del Arigüanabo, por el río), ahora también soy artemiseño.
Por cosas del destino, el barrio de Artemisa en que estuvimos también se llama San Antonio. Qué felices se veían los ciudadanos de ese barrio. Qué bien recibieron a los especiales de la noche: el magnífico Raúl Torres y sus excelentes músicos.
A mi llegada saludé a un compañero que conozco desde la época del semanario Mella y que después estuvo conmigo en el 1er llamado del servicio militar. Me encontré con otro que —increíblemente— me recordaba de la 3234, unidad donde pasé “la previa”, mis duros 3 primeros meses como recluta. Otro guajiro me retorció una mano y me gritó: “¡Yo soñé con aviones!”. Le dije que iba a tratar, porque hacía rato que no la tocaba. Durante todo el concierto una muchacha de voz atronadora pidió “La era”, haciendo temblar la tierra. La titulé “La voz del pueblo” y me esperó al final, para tronarme ante los ojos y llorarme en las manos.
Muy intenso este San Antonio de Artemisa.
Gracias a la ciudad, al pueblo bravo que nos abrazó con tanta fuerza y lo hizo posible.

Silvio Rodríguez
Segunda Cita

Haydée: Morir sin una bala en el rifle




Mirada de quien fue testigo del infierno, dice su hija Celia María. Ojos de sobreviviente, de resucitada dice Cintio Vitier, “ojos (…) agresivos de amor ante la catástrofe inminente de una injusticia intolerable”, y añade “(…) en verdad Haydée era ante todo madre”: Hablaba del Moncada como una madre habla de un parto. Su maternidad expansiva, evoca Silvio.
Todos hablan de sus ojos, de los ojos de la heroína. Todos hablan de orfandad cuando hablan de su muerte, su suicidio. Parece que la intensidad de su espíritu hablaba en sus pupilas, y que fue madre más que de sus hijos, más que de hombres o de mujeres. Parece que se le extraña.
“Haydée, hace falta tu voz”, le dice Fina García-Marruz. Es lógico: la voz de la madre siempre se añora, ella es guía, ve más allá porque es más alta, acoge en brazos tibios ante la confusión o la tristeza, protege con su falda como un ala, y es fuerte porque nos carga.
La añoranza de Fina da título al libro de Ediciones Ojalá, editado por Camilo Pérez Casal, que reúne evocaciones como estas, en voz de hijos e hijas de Haydée Santamaría; un libro que la trae a ella misma –en los demás y en sus propias palabras– para devolvernos la imagen de la “muchacha a quien hubieran hecho mujer de golpe a puro golpe” [Jorge Enrique Adoum dixit]; la niña que se inventa un abuelo mambí y lleva flores a su tumba imaginaria; la que confiesa, haciendo recuento del Moncada, lo que le impresionó ver morir a un enemigo, sentir su cuerpo caer… “Es un dolor matar”.
Solo alguien realmente sabio pudo haber convertido el dolor en tanta luz; como el dolor del alumbramiento, justamente: “(…) su dolor de alma, lo trágico de su vida le fueron refinando la ternura hasta lo sublime”, dice Silvio, quien la define en uno de los dos textos suyos que reúne el volumen como “una gran academia de humanidad en un cuerpo pequeño y con voz de flauta”.
Haydée pudo ver que “nada se debe quedar como nace”, porque lo que “lo que no se transforma no existe”; supo que es preciso “distinguir entre el arte popular y el populero” y se dio perfecta cuenta de que dentro de la cultura ella había “podido ser un punto de equilibrio”. Es la mujer que supo que “el pueblo entiende la belleza más que nadie”, porque ella misma llegó a luchar contra la tiranía por pura sensibilidad, por intuición de que el sacrificio es ascenso en la escala humana y de que es bello. Una lección es Haydée, una consciencia que marcó la ruta de “para qué han de utilizarse siempre el poder moral y el poder político” [Eusebio Leal dixit].
El libro la llama con testimonios íntimos como el de Armando Hart o la correspondencia con el Che o las visiones de la hija sobre su vida, sobre su muerte; la llama en el recuerdo de la Haydée que se piensa, como tiene que haberse pensado mil veces, como tiene que haber reacomodado cosas en la cabeza y el pecho para poder seguir adelante. “No sé hasta dónde llega el dolor y hasta dónde la alegría. Creo que se entremezclan”: le confiesa en entrevista a Jaime Sarusky.
Un texto hermoso de Cintio Vitier habla de la heroína “en su intemperie cegadora”, mira no un miedo, sino “temor de amor o sagrado temor, iracundo ante el peligro que acecha siempre a lo valioso”.
Abel atraviesa todo como quien sobrevuela, no por encima, sino dentro: el hermano mártir que duele en la carne, en la sangre; la parte que se le muere a Haydée y la hace sentir que es más difícil vivir que morir; pero a la vez la impulsa a seguir viva inspirada por aquella madrugada fundacional. Dice Cintio que la muerte fue con Haydée desde el último disparo del Moncada.
Entonces ese otro julio fue como un cierre, como la confirmación de un sino, la concreción de un plan antiguo, pospuesto. En el Moncada se había planteado, al ver que no había salida, morir sin una bala en el rifle; morir habiendo invertido todo, morir sin deudas. Así murió Yeyé, para seguir viviendo.
El libro la llama también, por supuesto, desde Casa de las Américas, su Casa, que rompió bloqueos y fue mucho más que una institución para inscribirse en aquellos años como “una manera de actuar, de percibir, de comportarse, una amalgama sentimental entre talento, bondad y aventura…”, tal como la define Celia Hart.
Llaman a Haydée, en tiempos nuevos, de “nuevas prisas y mucho menos amor” sentenciaría su propia hija. Bien saben todos que Haydée no está más, que no entrará de improviso por alguna puerta, pero está siempre como a punto de hacerlo, así que se encuentran todos en la esperanza de verla, por un instante, reaparecer.

Haydée*

Qué viva en el retrato. Qué imposible
que haya huido de ti ya toda vida
y estés en un papel frágil tan viva.
Cómo es que puede tanto lo imposible.

Tu pelo rizadillo, descuidado
siempre un poco, tu blusa americana.
La boca, aún entreabierta a la palabra,
los ojos, aún del crimen alarmados.

Tu voz chillada escucho, malcriada
del dolor, de la patria consentida.
Tu voz tenía cadencia larga

del clarín, que una sola nota aguda
por el héroe muerto en la batalla.
Hace falta tu voz, amiga, hoy muda.

Fina García-Marruz

*Poema inédito.

Haydée, hace falta tu voz, libro-homenaje a Haydée Santamaría Cuadrado, de Ediciones Ojalá, será presentado por Pedro Pablo Rodríguez en la Casa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, calle 2 No. 411 e/ 17 y 19, Vedado; el viernes 21 de noviembre de 2014, a las 3:00 pm.

Mónica Rivero

Presentan en La Habana libro dedicado a la heroina Haydée Santamaría




El historiador Pedro Pablo Rodríguez y la periodista Arleen Rodríguez Derivet durante la presentación de “Haydée, hace falta tu voz”.

El libro Haydée, hace falta tu voz, del sello Ojalá, con edición de Camilo Pérez Casal, fue presentado esta tarde en la Casa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
La periodista Arleen Rodríguez introdujo al historiador Pedro Pablo Rodríguez, Premio Nacional de Ciencias Sociales, quien realizó la presentación de la obra.
El destacado intelectual se refirió a la heroína del Moncada como una alguien superior a cualquier cargo, dueña de una figura y elegancia espiritual, cuya vida dedicó a servir. “Fue original, auténtica y, por tanto, verdadera”.
Se refirió asimismo a algunos fragmentos del volumen, alejado de lugares comunes y de la retórica del heroísmo; celebró la obra y concluyó expresando que tenemos su voz, la voz de Haydée Santamaría: “tenemos que escucharla, seguirla, recrearla (…) Tengamos todos hoy su voz”.
Estuvieron presentes figuras de la cultura y la política, como son Silvio Rodríguez, Roberto Fernández Retamar, René González, Martha Rojas, Augusto Blanca, Ricardo Alarcón, entre otros.
Los ejemplares del libro serán puestos a la venta en la librería Alma Mater y la Red Ateneo. Llegarán gratuitamente a la Biblioteca Nacional, las bibliotecas provinciales y todas las públicas del país, Casa de las Américas, la Casa Museo Abel Santamaría y la casa de la familia en Encrucijada. Los beneficios de esta publicación serán donados a la sala infantil del Hospital de Oncología y Radiobiología de La Habana.

Mónica Rivero

sábado, 15 de noviembre de 2014

Memorias más allá de las campañas




Esa fértil cosecha que Martí encontraba en los bríos de los poetas de la guerra se advierte en las memorias de quienes contribuyeron a la gesta libertadora que culminó con la victoria popular del 1ro. de Enero de 1959.
En la actual Feria Internacional del Libro Cuba 2010, dos volúmenes se insertan en esa línea: Encuentro con la verdad (Ed. Verde Olivo), del Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, que cuenta con un prólogo del General de Ejército Raúl Castro; y Ni gallego ni asturiano; rebelde y cubano (Ed. Capitán San Luis), del general de división retirado Pedro García Peláez.
El primero es un decisivo fragmento de la hoja de vida del testimoniante, quien, como se sabe, fue el primer campesino en unirse al embrión del Ejército Rebelde, apenas un mes después del desembarco del Granma y el desastre de Alegría de Pío.
Sus páginas, desde luego, pueden leerse como la reconstrucción de un diario de campaña, y en tal sentido complementan tanto la rigurosa investigación mediante la cual la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, entonces dirigida por Pedro Álvarez Tabío, rearmó cada una de las jornadas transcurridas desde el 2 de diciembre de 1956 hasta mayo de 1957, cuando se produce la exitosa acción contra el cuartel del Uvero, como las informaciones de primera mano contenidas en el diario de Raúl, los Pasajes de la guerra revolucionaria, del Che, y los episodios narrados por Juan Almeida Bosque en el volumen dedicado a los avatares en la Sierra Maestra antes de cumplir la misión de fundar el Tercer Frente.
La particularidad del libro de García Frías consiste, sin embargo, en que a la narración de los hechos se une la caracterización del modo de vida, o mejor dicho, de ardua sobrevida, de los campesinos residentes en las inmediaciones del macizo montañoso oriental, y que a medida que se involucra en la incipiente guerrilla, el protagonista da cuenta de su toma de conciencia.
En esta última resultó definitoria la influencia de Fidel. Las convicciones del líder de la Revolución, dichas tempranamente y cuando era todavía improbable el triunfo, sobrecogen por su firmeza y anticipación, tanto como le sucedió a Faustino Pérez, quien en otro testimonio estremecedor contó lo que le dijo Fidel en las horas posteriores a Alegría de Pío, cuando debajo del pajonal de un campo de caña, sin la menor certeza del destino de los expedicionarios del Granma, dedicó horas a exponer lo mucho que habría que hacer después de la victoria.
El libro de García Peláez sorprenderá a más de un lector, incluso a no pocos de los compañeros de armas del avezado militar. Es la historia de su vida desde su nacimiento en Cienfuegos en 1928 hasta los primeros meses de 1959 en que llegó a ser jefe de la escolta personal del Comandante en Jefe.
Pero no es una autobiografía común. Los avatares de García Peláez pudieran dar sobrado argumento para una película. Tan duras circunstancias ha atravesado y tan gráficas son las imágenes de sus palabras para recontar la infancia, adolescencia y juventud en una España que sufrió el hundimiento de la República a manos de los fascistas, y que representó para el testimoniante la mutilación de la madre, el desamparo filial, la rebusca callejera, el orfanato y la necesidad de ganarse la vida. Y luego están su reencuentro con Cuba, sus vicisitudes como porteador de cargas por carretera, sus contactos con revolucionarios y su definitiva incorporación a la gesta emancipadora.
García Peláez no solo se retrata a sí mismo, sino logra transmitir caracteres reales con honda penetración, al punto de que esta memoria adquiere el valor narrativo de una novela, como la que escribió el general Raúl Menéndez Tomasevich y que debe ser, como esta, obligada lectura.

Pedro de la Hoz • La Habana

Cartas y postales de amigos solidarios del mundo




Queridos amigos:
Cada vez que mami viene a visitarme me trae un “paquetico” de cartas de Cuba.
En el envío de esta ocasión venía una carta de su cuñada, María de las Nieves, la cual quiero compartir con ustedes.
Nieves, como le llamo, desde que se dio a conocer nuestro injusto encarcelamiento, en el año 2001, se dio a la tarea de ir llevando una estadística y organización de todas las cartas de Cuba y del mundo, que una vez yo respondía le enviaba a mi madre. Eso es parte del cuantioso archivo del que mi mamá ha hablado. A esta tareíta luego se sumó con mucha entrega y cariño una vecina del barrio, Griselda. Un día les hablaré con más detalle de la obra de amor que entre las 3, con apoyo de otros, han realizado.
En esta ocasión quiero ofrecerles los datos que Nieves me acaba de enviar y que a mí mismo me han sorprendido un poco, porque iba respondiendo cartas y enviado a Cuba, pero no tenía una idea exacta de la magnitud de este maravilloso intercambio, muestra palpable de la inmensa solidaridad que nos ha acompañado a lo largo de estos años, donde quiera que hemos estado.
Aunque tengo datos precisos por año, por países e incluso por personas; voy a ofrecerles las estadísticas generales.

CARTAS Y POSTALES DE AMIGOS SOLIDARIOS DEL MUNDO

Desde finales del 2001 hasta el 2013, Nieves ha recogido un total de 6 868 cartas recibidas.
Además, desde el 2000 hasta el 2006 ha contabilizado un total de 821 postales (le falta el dato del 2007 al 2014).
Es decir, un total de 7 689 cartas y postales.
En estadísticas que yo tengo por acá de cartas y postales del 2013 y 2014, contabilizo cerca de 400 más.
Es justo aclarar que por una u otra razón no todas las cartas las he podido enviar a Cuba y que además han habido sus pérdidas por traslados y otras causas.
Me atrevería a ofrecer un estimado de 10 000 cartas y postales enviadas solo a mí, porque aquí no cuento la de mis hermanos, por los amigos del mundo.
Según las estadísticas de Nieves proceden de 69 países, aunque ese dato habría que precisarlo, porque pueden ser más.

CARTAS Y POSTALES DE CUBA

Aquí se tienen las estadísticas por año y por provincia, aunque faltan por contabilizar algunos años.
Para que tengan una idea aquí les van los datos.

2002- 444 cartas
2003- 676 cartas
2004- 863 cartas
2005- 1 038 cartas
2006- 900 cartas
2011- 851 cartas

Debo comentar que muchas cartas de amigos del mundo vienen firmadas por muchas personas solidarias. Ademas no se contabilizan aquí los envíos de periódicos, revistas y libros que han sido permanentes.
A todo ello debemos agregar los mensajes de correo electrónico. Desde el 2010 se puso a disposición para los reclusos del Sistema Federal de Prisiones este servicio. Imposible es contabilizar todos los intercambios que he tenido por esa vía con amigos de todas las latitudes, gracias a los enlaces con los amigos y familiares con los que me han permitido estar directamente conectado.
Espero no haberlos abrumado con tantas estadísticas.
Sin dudas, es fácil ver a través de estos “numeritos” el infinito amor que nos ha hecho, nos hace y nos hará sentir a los cinco hombres libres, hombres invencibles, hombres felices, hombres eternamente agradecidos con cada uno de nuestros amigos.

Cinco abrazos fuertes.
iVenceremos!

Tony Guerrero Rodríguez
12 de noviembre de 2014
Prision Federal de Marianna

Preside Machado Ventura acto por XV aniversario de la Escuela Latinoamericana de Medicina




El doctor José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros Ventura, presidió este viernes el acto por el XV aniversario de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), de La Habana.
Según el sitio Granma digital el centro se fundó con el propósito de preparar a los más de 24 mil jóvenes egresados de la institución en todos estos años, para que luego regresen a sus comunidades a ejercer “el más noble y humano de los oficios”, idea del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien lo inauguró el 15 de noviembre de 1989 y recibió,en la mañana de hoy. un reconocimiento especial en el acto de celebración.
Además, se reconoció al general de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, ambos agasajos recibidos por Machado Ventura.
“Estaremos siempre dispuestos a brindar atención médica de excelencia, atender a nuestros pacientes con el mismo respeto y amor que hemos aprendido aquí. Sobre todo, estaremos dispuestos a estar en cualquier lugar del mundo que nos necesite”, dijo el estudiante Johannes Molomo, presidente del Comité Ejecutivo Estudiantil.
El futuro galeno calificó a Cuba como un ejemplo de solidaridad y de amor a la humanidad: “Es por eso que conmueve a muchos conocer que antes la epidemia del Ébola que causa la muertes a miles de persona la respuesta del pueblo cubano no se ha hecho esperar”, mencionó.
Un proceso docente educativo de calidad hizo a la ELAM recibir el curso anterior la calificación de certificada en la evaluación institucional y de la carrera de Medicina, realizada por la Junta de Acreditación Nacional del Ministerio de Educación Superior, un valor que patentizó José José Corini, egresado de la sexta graduación de la escuela y vicepresidente de la Asociación de Graduados de Cuba, al referirse a los conocimientos recibidos en su formación. “Nos dieron las herramientas para transformarnos y trasformar nuestros entorno social con una atención médica profesional, y una formación científica, humanista, y sobre todo solidaria. Esto lo concretamos con proyectos comunitarios donde nuestra función ha sido elevar la calidad de vida”, expresó.
La ocasión sirvió para desarrollar un homenaje póstumo al Dr. Juan Domingo Carrizo Estévez, fundador y primer rector del centro educacional, quien contribuyó con su consagración al desarrollo del proyecto ELAM. También, para reconocer al doctor José Millar Barruecos (Chomi), profesor de varias generaciones de profesionales de la salud.
El doctor Roberto Morales Ojeda, ministro del sector, también agasajó al colectivo de estudiantes, profesores y trabajadores del centro, en nombre del Consejo de Dirección del Ministerio de Salud Pública.
Al acto asistió además el doctor Santiago Badía González, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Salud, miembros del cuerpo diplomático acreditado en Cuba y directivos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
La creación hace 15 años de la Escuela Latinoamericana de Medicina, significa una importante contribución a los sueños de integración de Nuestra América, y constituye alta expresión de humanidad y solidaridad.

Cubadebate

Cambio de época: a 25 años de la caída del Muro de Berlín




Lejos del fin de la historia, el poder mundial atraviesa una crisis compleja: entre la decadencia de la hegemonía estadounidense y un incipiente multilateralismo.

El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín. Poco después el contagio o efecto dominó derrumbaría ya no muros sino a los regímenes supuestamente socialistas erigidos como resultado de la nueva constelación geopolítica emergente a fines de la Segunda Guerra Mundial hasta que, entre fines de 1991 y comienzos de 1992, el proceso culminaría con la desintegración de la Unión Soviética. Estos acontecimientos dieron lugar a eufóricas declaraciones por parte de gobernantes, políticos, periodistas e intelectuales del mal llamado «mundo libre»: fervientes promesas de paz y prosperidad se escuchaban en Washington, Bonn, Londres y París, las que en el asfixiante clima neoliberal de los 90 se repetían hasta el hartazgo en América Latina y el Caribe.
En esta fragorosa batalla de ideas pocos textos pudieron captar el clima ideológico imperante en las metrópolis del capitalismo con más precisión que el libro de Francis Fukuyama, El fin de la historia y el último hombre, originalmente publicado en 1992. En esa obra se argumentaba que la Guerra Fría había terminado, y que su resultado final marcaba el triunfo definitivo de la democracia liberal y el capitalismo de libre mercado a lo largo y a lo ancho del planeta.
Un cuarto de siglo después las tesis centrales del libro fueron impiadosamente refutadas por la historia: primero, ésta no terminó sino que se aceleró, tornándose a la vez más compleja y truculenta. La Guerra Fría, luego de un paréntesis, retomó impulso con la renovada virulencia que vemos en estos días; y ni la democracia liberal ni el capitalismo de libre mercado han triunfado. Por el contrario, atraviesan una crisis que no pocos se atreven a calificar de terminal. Surgen teorizaciones y prácticas que hablan de nuevas formas de democracia que superan las limitaciones de su versión liberal (plasmadas, por ejemplo, en las constituciones de Bolivia, Ecuador y Venezuela) a la vez que proliferan los análisis que demuestran que el capitalismo ha chocado contra una frontera ecológica insuperable.
¿Qué ocurrió después de la caída del Muro? En el plano estrictamente doméstico, Alemania Federal anexó a la República Democrática Alemana y, menos de un año más tarde, el 3 de octubre de 1990, el canciller Helmut Kohl proclamó la reunificación. Ésta se llevó a cabo con un apenas solapado ánimo de venganza. En los demás países, una vez desaparecida la Unión Soviética, sus pueblos pudieron preservar su identidad nacional. En el caso alemán, en cambio, la reunificación intentó borrar hasta las más insignificantes huellas de la RDA.
Como comenta Maxim Leo, un joven periodista que creció en la RDA, «nuestro país dejó de existir y nosotros también». Lo que vino después fue una satanización de toda aquella experiencia, simbolizada en dos detestables rasgos del viejo sistema: la Stasi, temible policía secreta, el Muro de Berlín, y la rusticidad de los automóviles Trabant. ¿Hubo algo más? Sin duda, y eso es lo que hoy en Alemania se describe como «Ostalgia», porque «Ost» significa «Este» en alemán. ¿Nostalgia de qué? De varias cosas: había trabajo para todos, la vivienda era barata, la atención médica era gratuita y de calidad y existía un muy buen sistema educacional accesible para todos.
Como recuerda el periodista Wolfgang Herr, «no todo era tan malo antes y no todo es tan bueno ahora». Pese a los «paisajes floridos» que demagógicamente prometiera el canciller Kohl (producto de la euforia del momento, según lo reconoció años después) aquellos paisajes todavía hoy no se divisan. La brecha que separaba las dos regiones antes de la reunificación apenas si se ha atenuado en algunos aspectos, pero se ha acentuado en otros. El ingreso per cápita de las cinco provincias orientales equivale a las dos terceras partes de sus congéneres occidentales, un aumento si se considera que antes de la reunificación eran el 43%, pero hace varios años que esta brecha ha dejado de cerrarse y parece haberse cristalizado en aquella proporción. Y la tasa de desempleo en el este es casi el doble que la registrada en el oeste.
Un año después de la caída del Muro, el 61% de los alemanes orientales se consideraban a sí mismos simplemente como alemanes; cuatro años más tarde este porcentaje se redujo al 35% a causa de la desilusión causada por la unificación. Brechas que se acentuaron en relación con los derechos de la mujer, el escaso apoyo en términos de guarderías y jardines infantiles, acceso a la salud y educación. Una encuesta revelaba, en 2009, que solo el 12% de los alemanes orientales creía que se había alcanzado el mismo nivel de vida que en las provincias occidentales, mientras que el 86% decía que no. Sin duda, ahora gozan de libertades que antes no tenían pero en el capitalismo alemán, como en cualquier otro, esas libertades tropiezan con enormes dificultades a la hora de ser realizadas.
Pueden salir a voluntad de Alemania, porque ya no está el Muro, pero sus ingresos no se lo permiten. Pueden ir todos los días al KDW, la famosa tienda de departamentos que relumbraba como un sol del otro lado del Muro, pero no tienen dinero para adquirir lo que allí está a la venta.

Gasto militar

En el terreno internacional la caída del Muro fue el preludio del derrumbe de la Unión Soviética y el inicio del breve y turbulento «unipolarismo» estadounidense. Lo ocurrido en Berlín fue exaltado por los tanques de pensamiento y los intelectuales orgánicos del imperio como el alumbramiento de un nuevo orden mundial que, aseguraban, duraría todo un siglo. Eso pensaban los integrantes del Proyecto del Nuevo Siglo Americano, que habrían de sufrir un rudo despertar la mañana del 11 de setiembre de 2001 cuando todas sus ocurrencias, que no ideas, se derrumbaron junto con las Torres Gemelas de Nueva York.
La caída del Muro y todo lo que se precipitó después modificó radicalmente la realidad internacional. Los famosos «dividendos de la paz» prometidos por George Bush padre y Margaret Thatcher, gracias al fin de la Guerra Fría y la presunta disminución del gasto militar, se esfumaron de la noche a la mañana.
Cuando se produce la implosión soviética, en 1992, el presupuesto militar de Estados Unidos equivalía al de los 12 países que le seguían en la carrera armamentista. Cuando en 2003 se decide la invasión y posterior ocupación de Irak el gasto norteamericano ya era equivalente al de los 21 países que le seguían en ese rubro.
Las complicaciones de esa guerra, sumadas a la intensificación de las operaciones en Afganistán, hicieron que, para 2008, el gasto militar de los Estados Unidos sólo pudiera ser igualado si se sumaban los presupuestos militares de 191 países. En 2010 la erogación estadounidense en armas y pertrechos ya superaba al gasto militar de todos los países del planeta, quebrando la barrera psicológica del billón de dólares. Otra consecuencia de la caída del Muro, en el plano internacional, fue desencadenar la expansión de la OTAN hacia el Este, desde las nuevas provincias alemanas y también desde países como Polonia y la ex Checoslovaquia y, en general, de todos los que tenían fronteras con Rusia. Proceso, vale aclarar, que en días recientes se acentuó con la instalación de nuevas bases militares en Letonia, Lituania, Estonia, Rumania y Polonia, países altamente dependientes del suministro del gas ruso.
El Muro de Berlín fue caracterizado por la crítica del «mundo libre» como el «muro de la infamia». A lo largo de su historia (13 de agosto 1961 – 9 de noviembre 1989) murieron al intentar cruzarlo 136 alemanes. Es el único muro del cual se habla, soslayando la presencia de otros que demostraron, y demuestran todavía, ser mucho más letales que el alemán. Piénsese que en el que separa Estados Unidos de México mueren cada año cerca de 500 personas. Que hay otro muro de la infamia en la Ribera Occidental, erigido por Israel para contener a los palestinos y cuyas víctimas también se cuentan por cientos. El gigantesco Muro del Sahara Occidental, construido por Marruecos, un incondicional aliado de Occidente, para aislar a la región controlada por el Frente Polisario, y el alambrado construido en Melilla para impedir que desde ese enclave español los africanos puedan ingresar a Europa, son otros tantos ejemplos de una infamia que es ocultada ante los ojos de la opinión pública internacional. Sí, cayó el Muro de Berlín y se acabó su ignominia, pero quedan varios en pie, solo que blindados por el silencio cómplice del pensamiento dominante y su enorme aparato propagandístico al servicio del capital.

Atilio Borón
(Texto publicado en la Revista Acción del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Nº 1158, Segunda Quincena de Noviembre 2014)

sábado, 8 de noviembre de 2014

La ONU vota el rechazo al bloqueo de EEUU


El bloqueo de EE UU contra Cuba afecta directamente al sistema educacional


Cuba golea a EE.UU.




El escenario no ha sido el Maracaná de Rio de Janeiro, ni el estadio mundialista de Johannesburgo, ni el Santiago Bernabeu madrileño, ni la bombonera de Boca, ni tampoco el Camp Nou. No, golear en estos enclaves hubiera significado ganar en algo transcendente de lo intranscendente de la vida. No, la goleada de esta pequeña isla rebelde de poco más de once millones de habitantes se ha producido, un año más, y van 23 continuados, en la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas ubicada en el corazón del centro económico del imperialismo norteamericano, New York.
De 193 países que hoy conforman la comunidad internacional 188 de ellos le vuelven a decir basta al bloqueo económico, comercial y financiero por los múltiples daños que causa a la salud, el comercio y la economía cubana que solo durante el último año ha sufrido pérdidas por valor de 116 mil 800 millones de dólares por esta causa y que por más de medio siglo los sucesivos gobiernos de EE.UU. vienen aplicando (y el de Obama reforzando) a la isla con la decidida intención de provocar hambre y desesperación a un pueblo que una vez más da una noble y solidaria lección al mundo enfrentando la epidemia del ébola en África de manera más decidida e internacionalista que todas las grandes potencias juntas, demostrando que Cuba da lo que tiene, no lo que le sobra. Además de 3 abstenciones de pequeñas islas micro-estados del Pacífico, protectoradas desde las garras del águila imperial, sólo 2 países del mundo votaron en contra de levantar el bloqueo más longevo de la historia de la humanidad. ¿Y cuáles son esos 2 estados canallas?…. Pues, ¡como no¡,… EE.UU. e Israel, aliado de crímenes y policía del Departamento de Estado en Oriente Medio. Los dos estados más genocidas, terroristas, asesinos y violadores del derecho internacional, confabulados en la ONU contra un pequeño país caribeño erguido de dignidad donde la soberanía e independencia forman parte de su quehacer diario. Incluso países europeos habitualmente hostiles en sus políticas hacia Cuba y prostituidos a las decisiones de Washington y su brazo armado, la OTAN, se han visto en la obligación moral de votar por el levantamiento de tan infame bloqueo.
Si bien los grandes medios de comunicación occidentales suelen reducir al mínimo, cuando no a omitir intencionadamente en sus clasistas informaciones estas victorias de los pueblos sobre los poderosos del mundo, actuando como colchones amortiguadores ante el ciudadano de a pie y sectores populares en el afán de prevenirnos a toda costa que amemos a los oprimidos y odiemos a los opresores, cada vez más voces se levantan desde los cuatro puntos cardinales del planeta contra las agresiones imperialistas a Cuba y el resto de países especialmente en Latinoamérica que han optado por formas más justas, igualitarias, democráticas y socializantes de organizarse que las que el neoliberalismo les ha venido ofreciendo e imponiendo. Adhesiones de premios nobel, intelectuales, escritores, artistas, parlamentarios de la práctica totalidad de países, sectores religiosos de diversas confesiones incluido el Vaticano, la CELAC, UNASUR, ALBA, Unión Europea y hasta un expresidente norteamericano (Jimmy Carter) y el mismísimo ex fiscal general de EE.UU. Ramsey Clark vienen exigiendo a la Casa Blanca el fin del anacrónico bloqueo y las políticas hostiles, injerencistas y de espionaje desvergonzado contra la isla revolucionaria. Más de 5 lustros han necesitado los influyentes diarios New York Times y Washington Post en llamar al aldabón del Despacho Oval habitado como inquilino por el impostor premio Nobel de la Paz Barack Obama, y hoy en sus artículos editoriales vienen reclamando más por razones de descuelgue económico y comercial que por razones humanitarias certificar la defunción de una medida que lleva fracasando desde Octubre de 1962 hasta nuestros días.
¿Volverá la administración norteamericana a seguir ignorando las resoluciones emanadas en la Asamblea General de la ONU avaladas por el 99 % de todos los países del mundo y seguirá una vez más violando a su antojo el Derecho Internacional?
¿Permitiría el lobby cubanoamericano de la extrema derecha radicada en Miami, uno de los principales tumores cancerígenos que corroen a congresistas y senadores contrarrevolucionarios por la Florida, políticos corruptos donde los haya, y cuyas carreras políticas dependen de la generosidad de los lobbistas, poner fin al genocida bloqueo a Cuba?
La pelota continúa en el alero del gobierno norteamericano cada vez más aislado, aunque los pueblos del mundo siguen ridiculizando a sus representantes cada mes de Octubre en la ONU votando en contra del bloqueo. Cuba, la Cuba socialista y su numantina resistencia cada vez más internacionalmente respaldada.
Si algo ha quedado perfectamente demostrado es que el águila imperial del norte con su gran tamaño, su pico grande y puntiagudo y sus poderosas garras, tras más de 52 años de voraz apetito, ha sido, es y seguirá siendo vencido por el tocororo, pequeña ave cuyo tricolor plumaje se estampa en la bandera cubana y que haciendo gala de su inteligencia, lo sigue venciendo a pesar de su extremada fuerza.

Asociación de solidaridad con Cuba “Maximiliano Tornet” de Huelva.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Orlando Cardoso Villavicencio: prisionero de guerra por casi 11 años




La estrella que lleva en su uniforme lo identifica como Héroe de la República de Cuba, un título que nunca imaginó merecer, ni siquiera cuando en su oscura y húmeda celda de Lanta Buur, Somalia, donde estuvo encerrado casi 11 años, soñaba despierto y dormido con el día en que regresaría a la Patria, a los suyos.
Diez años, siete meses y un día, casi todo el tiempo aislado y rodeado del odio de sus captores. el camagüeyano Orlando Cardoso Villavicencio, aquel prisionero de guerra, rompió algunos de los más íntimos cercos del dolor y relató, en su libro Reto a la soledad, esa odisea de la resistencia humana, de la "dignidad de un cubano".
No es necesario que el periodista reedite los detalles, ya él los escribió, aunque el diálogo permite constatar la marca de las penalidades, la hondura de los abismos que el combatiente internacionalista, de apenas 20 años, afrontó desde el día de la emboscada mortal en que murieron sus compañeros y él se convirtió en rehén del régimen de Mohamed Siad Barre.
Más que ello, el encuentro queda pactado por la necesidad, no satisfecha aún para sus compatriotas, de conocer cómo fue la recuperación de Villavicencio, hoy teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, dedicado al trabajo político y, en particular, a dar cuerpo a sus inquietudes literarias. Su reincorporación a la vida familiar y social es otra epopeya:
"Muchos me preguntan qué sentí el día que recobré la libertad, cuando llegué a Cuba o cuando el Comandante en Jefe me impuso el título de Héroe de la República. Todos piensan en una respuesta de euforia, de alegría. Recuerdo que en la cárcel leí un libro de Dostoievski. Relata que sufrió 10 años de trabajos forzados en Siberia y sostiene que no sintió nada cuando salió de aquel presidio. Yo en la celda no lo entendía. Pero me pasó absolutamente lo mismo. Sufría mucho por ello, consideraba que era una injusticia mía no poder abrirme al mundo nuevo de cariño, amistades, luego de casi 11 años incomunicado.
"El ser humano crea mecanismos psicológicos para protegerse. Recuerdo los primeros años en prisión, horribles, la soledad, la carencia total de bienes materiales, las torturas a apenas tres metros de la celda. Todo eso me hacía mucho daño y psicológicamente estaba destruido. Pero poco a poco, a través de los años, mi organismo fue creando mecanismos de defensa basados esencialmente en la indiferencia."
¿Cómo se manifestaban?
"Se creó alrededor mío una muralla hermética. Cuando torturaban frente a mi celda, claro que me interesaba, lo lamentaba, pero no repercutía para hacerme el daño que me producía antes: taquicardia, palpitaciones, falta de aire, parecía que me iba a morir, y luego me deprimía. Ya al final no pasaba.
"Pensé que llegar a Cuba sería algo de mucha alegría. Primero estuve en Etiopía, allí hubo un periodo de adaptación artificial. Tuve mis crisis, pero el equipo que estuvo a mi cargo me dispensó una atención esmerada, entre ellos médicos, psiquiatras, altos oficiales. Allí me encontré con la vieja en el aeropuerto, el 30 de agosto de 1988, un día antes de mi cumpleaños. Fue una carga emotiva tremenda, nos abrazamos, lloré mi poco, pero con una rapidez increíble, como avergonzada por haberse abierto, la muralla se volvió a alzar. Yo hacía un esfuerzo por emocionarme, pero no podía."
¿Y la llegada a Cuba?
"Luego fue peor en Cuba, con el Ministro de las FAR esperándome en el aeropuerto. Tenía tremendo respeto y admiración por Raúl, por todo lo que representa, pero no sentía la emoción que podría haber esperado cualquiera, y me molestaba. Lo mismo cuando el Comandante en Jefe me colocó el título de Héroe de la República de Cuba. Me sentía muy mal con eso. La secuela del daño carcelario fue terrible.
"Pero fíjate, hace unos seis o siete años me entregan en Santiago de Cuba su máxima distinción, lo hacen en el Ayuntamiento, en el mismo lugar donde me habían hecho Héroe de la República de Cuba, y me pidieron unas palabras. Resultó una gran emoción y decía que ojalá hubiera sentido la mitad de esos sentimientos unos años antes, cuando aquel honor entregado por Fidel. Quizás los compañeros no se dieron cuenta del orgullo por recibir aquel Escudo."
¿Cómo fue la recuperación?
"Te hablo de un tiempo en que tuve problemas para reinsertarme en la sociedad, le hice rechazo a muchas cosas, incluso a mi familia, no quería saber del mundo. Yo llegué al aeropuerto José Martí y de allí, con el Ministro de las FAR y Vilma fuimos para El Cacahual, a la ceremonia de bienvenida. Luego Raúl me acompañó al hospital CIMEQ, donde ingresé y me hicieron exámenes de todo tipo.
"Afortunadamente la psicóloga que me atendió fue muy paciente. Pero hay algo de lo que me jacto. Aproximadamente al octavo mes de estar ingresado, ella fue a verme como todos los días a la habitación. En esa ocasión entró a darme psicoterapia y salió recibiéndola. Y dije, 'hasta aquí'. Su ternura fue decisiva. Me explicaba que no esperaba una recuperación total. Yo mismo tenía mis dudas, pero lo encaré y me vanaglorio de recuperarme sin tomar una sola pastilla. Si había sido capaz de aguantar esos casi 11 años, rodeado de enemigos y de su odio, sin tomar un diazepán, cómo iba ahora a recurrir a esos medicamentos."
¿Aquella barrera desapareció?
"No pensaba que iba a ser Héroe ni nada de todo el reconocimiento recibido, lo cual hoy me llena de orgullo.""Esa barrera de indiferencia duró mucho y no ha desaparecido, sólo está dormida y hay momentos en que se levanta cuando hay algo que no me interesa o me puede hacer daño. A veces le achaco que me falle la memoria. Consulté a un neuropsicólogo, se echó a reír, pues se leyó el libro Reto a la soledad y asegura que es imposible, si pude rememorar aquellos tristes pasajes de mi vida. Pero me molesta que me falle la memoria, tengo mis responsabilidades y no me gusta que afecte mi trabajo. El otro día olvidé una guardia que tenía en la oficina. Me dicen que a todo el mundo le pasa, pero en eso tengo mi complejo. Temo que algún día me traiga algún problema y les digo a mis compañeros de trabajo en Verde Olivo que me apoyen en cualquier coyuntura de ese tipo, y ellos la verdad que hasta me malcrían. Pero esa muralla me preocupa, y creo que a veces le doy demasiada atención. La psicóloga dice que no coja lucha con eso."
La entrevista tiene lugar en su casa, grande pero modesta, donde él asegura preparar "la mejor pizza de La Habana". La esposa atiende a la visita, a la que no le pierde pisada Orlandito, el menor de los tres hijos de mi entrevistado, quien vive orgulloso de la familia que formó:
"Yo desde la prisión tenía dos objetivos fundamentales: uno profesional, que era llegar a ser escritor y me consideraba con el talento. Todo dependía de mi regreso. No pensaba que iba a ser Héroe ni nada de todo el reconocimiento recibido. Ni remotamente. Ya al final sabía de la atención a mi mamá, pero pensaba que del aeropuerto me llevarían al Hospital Naval y de ahí para mi casa. Era mi plan. Nunca imaginé la magnitud de la atención médica que me esperaba, ni la preocupación de Fidel y Raúl. Sí tenía la meta de escribir, pero sobre todo el anhelo de formar familia.
"El sueño más querido en la prisión hasta el final era llegar a mi barrio de la Mascota, en Camagüey, donde teníamos una casa muy humilde; levantar en el patio un ranchito de tablas de palma e inmediatamente casarme y tener hijos. Lo soñaba despierto y dormido. Tras el regreso tuve mis relaciones iniciales, hasta que conocí a mi esposa. Ella, muy respetuosa, con dos cualidades clave: bonita pero sobre todo muy inteligente, porque una mujer, más que bonita, debe ser inteligente, por mí y por mis hijos, y la vida me dio hijos muy inteligentes: Claudia, Amalia y Orlando."
En Lanta Buur, a pocas horas de su liberación. ¿Quedan secuelas de aquellos años de encarcelamiento?
"Lanta Buur no ha dejado secuelas permanentes que puedan afectar mi vida diaria. Yo no sueño con la cárcel. Sóo durante el tiempo que estuve escribiendo Reto a la soledad, y me hizo mucho daño. Soñé mucho en ese periodo, sobre todo me despertaba por la madrugada con pesadillas. Desde hace muchos años para acá tengo un control férreo, profundo. Sin embargo, cuando escribí el libro sí me dolió, con escenas que yo había borrado y volvieron. Pero la prisión ya no me afecta, no está en mis sueños y no puede modificar mi vida, esa la modifico yo.
"Hay otras secuelas que han ido desapareciendo, como la dependencia del jabón que hice en la cárcel, tú lo leíste en el libro. Ya en Cuba, salía de recorrido y me llevaba mi jabón en la maleta, aun sabiendo que lo ponían en el hotel o en la casa de visita."
¿Y secuelas físicas?
"En el aspecto físico sí hay más secuelas, el problema de mi ojo izquierdo no se ha resuelto; tuve un accidente en una maniobra en Cuba, pero decidí irme a Etiopía sin operarme, y en la cárcel somala no tuve atención ninguna. Se creó una catarata, el ojo se desvió por completo. La ceguera se corrigió, pero el ojo quedó torcido y no tiene solución en este momento. A mí me es muy difícil escribir por la dificultad para leer. Yo veo doble, una visión por el ojo izquierdo y otra por el derecho, dos imágenes sobrepuestas. Eso puede ser bueno, una muchacha linda la ves dos veces. Pero me dan dolores de cabeza, mareos, y la tendencia a rechazar la lectura. Tengo nueve operaciones en el ojo, la última por desprendimiento de retina. Eso me ha limitado mucho. Quise estudiar Filología en la Universidad y no pude terminar por las operaciones del ojo.
"En la prisión perdí muchas piezas dentales por la deficiente alimentación. Tantos años metido en la humedad parece que me afectaron los huesos y he tenido lesiones, cinco operaciones en las rodillas. Padecí en la prisión más de 30 ataques de malaria. Llegué a Cuba con problemas severos, pero no daños permanentes y los médicos me chequean constantemente.
"Una vez, debe haber sido por el cuarto año, un periodo muy malo para mí, se me unió un catarro con un fuerte ataque de malaria. Estaba tan mal que un carcelero me trajo un puñado de aspirinas, era el primer gesto de generosidad que recibía. Me sentía tan mal, casi miserable y me tomé dos; no me hacían nada. Después, de cuatro en cuatro, cada dos horas más o menos. De momento, un mareo extraño, se me empieza a mover la cintura, tres giros a la izquierda y luego a la derecha. Después los hombros, tres veces para adelante, tres para atrás, y de nuevo la cintura, tres para adelante y tres para atrás. Algunos creen que fue imaginario, yo creo que fue real. Desde mi regreso pregunté a todos los médicos y ninguno decía haber sabido de algo similar. Finalmente uno me dijo que me había envenenado con la aspirina. Eso fue lo que experimenté. Fue de los momentos más terribles, me sentí al borde de la muerte."
¿Pensabas que no te creían?
"Traje problemas que los achacaron a desórdenes mentales. Dejé de ir al otorrino y te explico por qué. Yo tenía problemas en la voz, no podía pronunciar bien la O, y me decía que era psicológico, mandaron a buscar al foniatra, diagnosticó que no era nada físico. Acudí a todos los especialistas y nada. Uno muy prestigioso del "Fajardo" me puso un espejo delante, `mira bien tus cuerdas', dice y me pide que las identifique en un libro con imágenes, y las reconocí. Me dijo que tenía las cuerdas vocales de un tenor, pero yo pasaba hasta 15 días sin hablar, hasta que caí en manos de la doctora Marta Ortega. Me hicieron un tratamiento con nitrógeno líquido. Era un padecimiento real. Antes no habría podido leer el discurso que pronuncié, en la Plaza de la Revolución, en el acto de graduación de los cadetes de las FAR. Resultó un problema de amígdalas, e incluso luego del tratamiento ya no ronco, y yo roncaba que era una barbaridad". Te lo cuento porque sabía que era un problema físico.
¿Y podías hacer esa distinción en la prisión?
"En la cárcel me leí el libro The wonderful book of mind (El libro maravilloso de la mente). Ese día estaba muy mal, con falta de aire, taquicardia, desesperado, y leo un artículo titulado Histeria, que para mí era la situación de las mujeres que escandalizan y se van de situación. Y a medida que voy leyendo me voy identificando, y digo 'coño, eso es lo que yo tengo'. Al terminar de leerlo se me quitaron los síntomas. No quiere decir que me curé, a cada rato tengo mis momentos de ansiedad, pero hace poco hablé con un amigo que es psicólogo y estaba en una crisis depresiva tremenda. Y me dije, ¿cómo es posible que un especialista dedicado a tratar ese problema lo padezca? Después de aquello yo sabía que era histeria, pero sin embargo lo sufría, hasta que llegó el famoso muro de la indiferencia para protegerme, porque aquella situación era insoportable.
Tuve intentos de suicidio, pero siempre hubo algo en mi interior que me hizo levantarme. Yo siento miedo, pero lo puedo controlar y sobreponerme. Ahí está la diferencia con el cobarde."
En circunstancias como las que afrontaste hay quienes recurrieron a la religión...
"No soy una persona religiosa, aunque sí, en un momento me sentía tan mal que hasta me arrodillé con la intención de rezar. Pero me di cuenta de que era absurdo porque yo no lo sentía, iba a ser por un momento y no por convicción. Tuve experiencias que me marcaron, recuerdo un periodo de intercambio con otro prisionero quien quería demostrarme que su religión era superior a la de mi cultura, la cristiana. Imagínate la bronca, él musulmán fundamentalista y yo ateo comunista. Teníamos tremendas discusiones, hasta que le respondo con la teoría de causa y efecto y se quedó muy molesto. Aunque mi primera experiencia con la religión en la prisión fue un sueño: estábamos en el camión de la emboscada, Jesucristo iba manejando, a su derecha el jefe mío, el capitán Corona, quien murió en la emboscada, y yo detrás en la cama del camión. Jesucristo está volteado hacia mí y me pregunta: ¿Para dónde vamos? Ahí di un brinco en la cama. Fue un periodo de definiciones y de muchas pesadillas. Yo nunca he ido a la iglesia, no tengo nada en contra de los religiosos, los respeto mucho. Hay personajes a los que he conocido a través de la lectura, de la propia Biblia. Algunos son de mis favoritos, como es la Virgen María, un personaje exquisito."
¿Crees que la formación militar fue determinante para poder resistir?
"La preparación política y militar, pero sobre todo la política me ayudó mucho a soportar el calvario, fue clave a la hora de actuar como un cubano revolucionario en aquellas circunstancias. Además de eso está la persona misma, la fortaleza física, que sin ella no eras nadie en la prisión, y sobre todo, la personalidad del hombre y la capacidad de resistir. Recuerda que no recibía un gesto de buena voluntad, pasaba un año y yo me decía `seguro que el próximo salgo', y así pasaban los años. Y tenía un límite, pero también la determinación para salir de las crisis. No podía llorar, ¿delante de esa gente?, ¡qué va! Siempre tratar de regresar. Y eso forma parte del arraigo de los cubanos. Me he puesto a analizar a Juan Gualberto Gómez, y otros ejemplos, los propios Cinco compatriotas presos en Estados Unidos, que están estudiando, escribiendo, luchando. Porque hay que tener dignidad, no sólo la dignidad política, sino de ser humano, el coraje.
"¿Recuerdas aquel carcelero Hawale?, era un King Kong, ese hombre se paraba delante de mí e inspiraba terror. Sin embargo él nunca lo supo. Tuvimos varios encuentros fuertes, de palabras; un día me encabroné y traté de sacar las manos fuera de los barrotes y agarrarlo por el cuello y lo retaba a que entrara para fajarnos. Yo me tenía que comportar como un cubano. La vida militar te ayuda a muchas cosas, el orden, la limpieza, pero hay otras que fui creando en la prisión para aguantar."
¿Las lecturas te ayudaron?
"Yo había leído poco, los libros de la escuela, algunos en los Camilitos, el de Boris Polevoi, Un hombre de verdad, el primero que recuerdo haber leído completo. Empecé a leer en la celda como mecanismo de supervivencia para enfrentar el encierro, la soledad, la hostilidad. Aprendí que mientras más lees tienes más poder y leía todo lo que caía. Y luego los idiomas: inglés, italiano, francés, alemán, enciclopedias y muchas cosas más.
"Cuando empezaron a llegar los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), siempre iba alguno que hablaba español. En una ocasión no fue así, y le dicen que yo sabía inglés porque los carceleros me veían leyendo en ese idioma. Pero aquel hombre me hablaba y yo en China, no le entendía nada. Le hice señas de que lo escribiera y lo hizo con mucha desconfianza. Cuando leo me doy cuenta de que era lo más sencillo del mundo y le respondo con una parrafada escrita. Él estaba asombrado de que yo redactara tan bien el idioma, pero no lo entendía ni podía hacerme entender. Fue como al octavo año que me autorizaron tener una walkman y me enviaron un método de aprendizaje; así comencé a dominar la fonética del inglés. Los demás idiomas, el francés y el italiano, fueron más fáciles, con diccionarios bilingües. Hice lo mismo con el alemán, pero en eso llegó la libertad. A partir del quinto año comencé a estudiar música e incluso le di clases a otros presos, mediante cartas clandestinas."
En Reto a la soledad hablas de la perfección...
Cardoso Villavicencio guarda con celo algunos de los objetos que lo acompañaron en la prisión. El bolso fue un regalo de los prisioneros etíopes."Cuando comencé a leer se crearon otras necesidades, para llenar el hueco de mi ignorancia, de mi sed de saber. Tenía que nutrirme para el futuro en la vida real, más allá del mundo de fantasía del que me rodeaba en la celda para poder sobrevivir. Yo me sentía entonces como algo superior, al haber alcanzado la vía del conocimiento. Tenía muchas preguntas que responderme sin elementos para hacerlo. Y en la vida, aunque estés marcado por principios, tienes que tener tus propias creencias, reflexiones. Y me puse a estudiar todo lo que tuviera a mi alcance. Empecé a creer en la perfección. Un día me cayó La guerra y la paz, de León Tolstoi, quien creía en la perfección. En este camino de la perfección pensé que podía aportar algo para resolver algunos de los problemas que tiene el mundo."
¿Esa creencia te trajo frustraciones?
"Algunas de las frustraciones más grandes en mi vida son producto de mis experimentos agrícolas en aquel pedacito de tierra del pequeño patio de la prisión, donde me dejaron finalmente salir y hacer ejercicios. Me metía en las enciclopedias y buscaba información que luego aplicaba en mi terrenito. Sembraba en pedazos de tierra de tres metros por cuatro, pequeños plantoncitos de aquel patio.
"No sabía que el maíz no aguanta el trasplante y hasta perdí el 50% de la cosecha, pero tanto lo perfeccioné que lo logré y no se me moría ni una postura. Y con todas esas experiencias sufrí mucho al llegar a Cuba, por las respuestas que me dieron al querer aplicarlas. Presenté un programa de siembra por el cual aseguro que lograba seis cosechas de maíz al año, incluida rotación con seis cosechas de leguminosas. Con lo que yo cosechaba en aquel terrenito aspiraba a recolectar de 60 a 120 toneladas por hectárea al año, apostando a una sola mazorca por planta. Me decía, `se acaba la necesidad en Cuba y en el mundo'. Yo me erizo al contarlo, pues en la prisión concebía escuelas para formar técnicos agrícolas, brigadas que dominaran a la perfección ese mecanismo. Esas brigadas las mandaba para Yemen, África, otros países del Tercer Mundo, que lograban desarrollar el plan, y es lo que hacemos hoy con los médicos, los maestros, en muchos países. Los sistemas de goteo, el microjet, los abordé en la prisión y los construía en mi imaginación con bambú. Hice diseños de casas de bambú, concebí hasta una planta de electricidad.
"Al principio de poder salir a aquel patio comí hierba para poder nutrirme de vitaminas y proteínas; luego comencé a sembrar los frijoles porque sus retoños son muy ricos en proteínas. Yo no podía ser perfecto o feliz si no abordaba el problema del hambre en el mundo. Por eso me dio tanta rabia cuando llegué y me plancharon todos mis planes de arreglar el mundo. Hasta me llevaron a la Academia de Ciencias, a varias instituciones, para enseñarme lo que hacían, pero no para probar mis ideas.
"Todo el mundo sabía que yo tenía problemas psicológicos y cuando les hablaba de esos planes ponían una cara..."
¿Te sentiste alguna vez abandonado?
"En la cárcel a veces me preguntaba por qué Cuba no hacía gestiones por mi liberación. Yo, en medio de mi aislamiento cuestionaba si me habían abandonado, 'cómo puede ser, si no me rajé', me preguntaba. Después del regreso, en el acto en que Fidel encendió la llama eterna en el Museo de la Revolución, se me acerca García Márquez y me dice: 'Tú eres el que estuviste preso', me abrazó y dice, 'compadre, tú no sabes las cosas que ha hecho Fidel por tu liberación'. Eso me dio un alivio del carajo.
"García Márquez parecía un niño, enternecido. Hablamos de mi libro y propuso escribir el prólogo, pero yo quería que lo leyeran por mí, no por su prólogo. En esa ocasión relató que fue mensajero de Fidel en esas gestiones, 'me mandó para aquí, para allá', contó el colombiano. Quise averiguar por mi cuenta, y me colé en la oficina del entonces ministro de Relaciones Exteriores, Isidoro Malmierca. Por él supe que se habían hecho más de 50 gestiones, clasificadas, reuniones de García Márquez con Bettino Craxi, con Andreotti, el presidente francés Mitterrand, el senador Kennedy, además de cartas a Siad Barre, al papa Juan Pablo II, y muchas otras. Nunca lo he comentado, pero sufría mucho con eso. A veces tenía la impresión de que a nadie le importaba mi situación. Estuve muy equivocado; me equivoqué con la grandeza de Fidel. Él nunca dejará a ningún compañero abandonado a su suerte".
¿Te queda algo pendiente con Lanta Buur?
"El sueño de mi vida es reunirme en Cuba con dos personas que significaron mucho en aquellos años de encarcelamiento. Una es Cornelia, una suiza delegada del Comité Internacional de la Cruz Roja, y el otro es Assegid, un etíope, que estuvo todos esos años prisionero en Lanta Buur, y con quien me comunicaba mediante mensajes clandestinos. Cornelia ha estado varias veces en Cuba. Una vez me avisó que venía y lo comenté a mis compañeros. Luego me mandaron decir que sería recibida como una visita de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Eso me alegró mucho. Ella se asombró cuando la esperé al pie de la escalerilla del avión y luego le dimos un recorrido por el país. A Assegid ella lo siguió atendiendo y se comunican por cartas. Él está bien, loco por venir a Cuba. Tiene tres hijos igual que yo; los considero como míos. Es que hay una cara oculta de la historia de la prisión. Yo hice cosas por los prisioneros etíopes que no me atrevo ni a confesarlas a mis hijos; son tan fuertes que contarlas me parecería la mayor inmodestia. Ellos me adoraban, pero para mí sería un orgullo tremendo que mi país supiera cómo me comporté, que él lo dijera, pero yo no. Mi sueño entonces sería reunirnos los tres en Cuba."
"Hay que tener dignidad, coraje, como los Cinco", afirmó Villavicencio, quien se ha escrito con Gerardo, Ramón, René, Fernando y Antonio. Fueron casi cinco horas de conversación. Comenzamos hablando del prisionero de guerra y concluimos comentando sobre el escritor de dos libros infantiles y de Reto a la soledad, agotado en las librerías. "La Biblioteca Nacional me entregó el premio Puerta de Espejo, que otorga al autor más demandado en la red de bibliotecas del país", afirma con poco disimulado orgullo y optimismo, el mismo con que me habla de su novela en imprenta, Amor y Espada; otra ya escrita, en poesía, el Hada del Almendares y una tercera dándole vueltas en la cabeza.
"Reto a la soledad se ha reeditado durante tres años, con ediciones de 20 000 ejemplares, que es mucho para las condiciones de Cuba. Pero hay Cinco cubanos presos en Estados Unidos a quienes no les ha llegado; ellos me lo han pedido, parece que no se lo permiten. Todos me han escrito; he hablado por teléfono con René y Ramón, con cuya familia tengo mucha afinidad. Él tiene una hija contemporánea con la mía. Viene muchos fines de semana y siempre nos acompaña de vacaciones a la playa."
Orlando Cardoso Villavicencio afirma que "hay sufrimientos que no tienen compensación", pero en sus palabras no hay rencor hacia aquellos que le hicieron sufrir en Lanta Buur. "A Hawale, quien luego murió mientras hacía los rezos, lo perdoné hace mucho tiempo. Me concentro en el presente y el futuro y, subráyalo ahí, sigo creyendo en la perfección; creo que Fidel también piensa así".

Granma