domingo, 27 de diciembre de 2015

La llamada puerta secreta de Batista




El 13 de marzo de 1959 hacía solo 10 días que había asumido la jefatura de la compañía de la PNR del Palacio Presidencial por orden del Comandante Raúl Castro Ruz, jefe de las Fuerzas de Aire, Mar y Tierra del Ejercito Rebelde.
Ese día se iba a efectuar el primer homenaje a los gloriosos asaltantes de Palacio, la madriguera del tirano, el 13 de marzo de 1957. El acto estaba convocado para las 3:15 pm en la misma puerta por donde habían penetrado los 50 asaltantes convocados por el Directorio Revolucionario.
Compañeros de la Seguridad Personal del Presidente me trajeron a mi oficina en el 4to piso del Palacio a uno de los asaltantes, Luis Goicochea. De inmediato nos dirigimos a todos los lugares que él y sus compañeros habían recorrido combatiendo ese día de 1957 para llegar hasta donde estaba el tirano y ajusticiarlo en nombre del pueblo cubano.
Nos explicó que entraron por la puerta de la calle Colón, una vez que Carlos Gutiérrez Menoyo abatió a los que cuidaban la entrada. El grupo en que él iba subió por la escalera que conducía al segundo piso, donde tuvieron que romper con disparos la cerradura de una puerta de acero que bloqueaba el acceso a las oficinas del Consejo de Ministros y a los balcones interiores del Palacio. Como no conocían bien el edificio en su interior, abrían todas las puertas que se encontraban, realizando disparos o lanzando granadas. Así llegaron a la escalera de mármol que, entrando por la puerta principal de la calle Refugio, llega por dos vías al segundo piso.
Una vez orientados, atravesando el salón de espera de las visitas al Presidente, se dirigieron al estrecho pasillo que conducía al salón del Consejo de Ministros a la derecha y a la izquierda al despacho presidencial. Ante su puerta hallaron una mesita con teléfonos y un sofá. De momento sonó uno de los teléfonos. Lo descolgó José Luis Gómez Wanguemert y, ante una pregunta que le hicieron, contesto que sí, que Batista estaba muerto, que él lo había matado y colgó… Abrieron la puerta del despacho y se encontraron a un camarero alto, delgado y canoso, ya una persona mayor, con una bandeja con vasos y tazas de café. Le preguntaron por Batista y contestó no saber.
Ya dentro del despacho ese día 13 de marzo de 1959, solicité buscar a la persona con esas características. Así vino Rasxach, mayordomo del Palacio desde los años 30, graduado en una escuela francesa de alta cocina. El encuentro fue muy emotivo entre Goicochea y él. ¡Ambos sobrevivientes de ese extraordinario acontecimiento!
Rasxach nos contó que Batista y su Ministro de la Presidencia, Andrés Domingo y Morales del Castillo, estaban tomando el café de las 3:00pm cuando comenzaron los disparos. De inmediato ambos salieron del despacho presidencial y, tomando la puerta privada de los presidentes situada en el local donde trabajaban el ayudante militar de guardia y el hujier, subieron al tercer piso seguidos por el ayudante militar.
La pared donde estaba la puerta tenía superpuesta una cortina por motivo de decoración, por lo que ni Goicochea, ni Gómez Wanguemert, ni Carlos Gutiérrez Menoyo, ni José Machado, ni otros que hasta allí llegaron la pudieron ver, dada la premura y lo extraordinariamente tenso de la situación de esa tarde.
La llamada Puerta Secreta era solo una puerta de uso exclusivo de los presidentes, construida desde el origen del Palacio Presidencial para el ir y venir desde las habitaciones privadas de la familia en el tercer piso hacia el despacho del presidente correspondiente en el segundo piso.

José Luis Cuza Téllez de Girón
Contralmirante (R), compañero de Frank País, fue Capitán del Ejercito Rebelde, Jefe de la Compañía B “Pedro Sotto Alba”, de la Columna 19 “José Tey”, en el Segundo Frente Oriental “Frank País”.

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